domingo, 9 de diciembre de 2012

Padre Gabriel

 
Hace bastante tiempo que vuestro padre, Ignacio y Álvaro, me viene diciendo que haga una entrada sobre esta gran persona y excelente Carmelita. He ido declinando el hacerlo porque reconozco que me considero totalmente incapaz de llegar a trasladaros como era en realidad el Padre Gabriel. No obstante, intentaré transmitir que supuso en mi familia su presencia y algunas de sus vivencias, siendo consciente de que no resultará completa esta narración como él se merecería.
 
Nació en Alcañíz, un pueblo muy bonito de Zaragoza. Era mañico por los cuatro costados; ¿os imagináis ya  por qué vuestra abuela se llama Pilar?; pues precisamente por este fraile maño. Como sabéis, he ocupado el décimo lugar de nacimiento entre todos mis hermanos y entonces era costumbre poner a los hijos los nombres de los respectivos abuelos y familiares cercanos. En mi caso, ya se había cumplido con ese ritual y como el padre Gabriel era muy querido por mis padres, éste les sugirió, como buen maño, que me pusieran el nombre de Pilar, patrona de Zaragoza. Por cierto, me bautizaron a la vez que al tito Juan y al ser tres años mayor que vuestra abuela lo hicieron primero a él. Cuando llegó mi turno le comentó precisamente al padre Gabriel: "de eso, refiriéndose a la sal que entonces le ponían en los labios a los niños al bautizarlos, no le des a mi hermana que no le gusta".
 
En mi infancia fue mucho el contacto que tuve con él. Lo recuerdo como una persona muy auténtica en todas sus acciones. Yo le profesaba un gran respeto y cariño. Estando ya casada, teniendo tu padre Paula unos tres años, viendo yo que no paraba de moverse sin apenas dejarnos hablar, me levanté para cogerlo y para que se estuviera quieto, recuerdo que le dije: "estate ya quieto que eres malísimo". De inmediato el padre Gabriel se puso en pié, como si tuviera un resorte, se vino a mi lado y muy seriamente me dijo: "no le vuelvas a decir jamas a tu hijo eso; dile que es travieso, porque en realidad es lo que es, pero no malo. Quizás no te das cuenta del daño que le puedes hacer con esa frase, porque adquiere fama de lo que no es en todos sus entornos". Jamas he vuelto a cometer ese gran error, ni con vuestros padres, ni tampoco con vosotros; llevaba toda la razón. Este pequeño detalle os puede dar idea de cómo era su carácter y espontaneidad.

Podría narrar  cientos de anécdotas en torno a su persona, pero no me parece oportuno hacer demasiado larga esta entrada, pero si existen acontecimientos en su vida que quiero que conozcáis para que os podáis acercar a su figura.
Durante su estancia entre nosotros dio clase de religión a los alumnos de bachillerato, entre ellos a tres de mis hermanos. Todos le tenían un gran cariño a  la vez que un  enorme respeto. Les hizo mucho bien. En la posguerra, había un preso por motivos políticos en Calasparra,  y sus padres vivían aquí. Murió la madre y dejaron salir de la cárcel al hijo porque el P. Gabriel había dado su palabra de que no se iba a escapar. Imaginad si era una persona en la que se podía confiar. Era de esos seres que hacía el bien a todo el que podía, tenia un corazón de oro.

Cuando lo trasladaron, sus superiores le enviaron a  fundar un convento en Centroamérica, para que estuviesen presentes en esa parte del mundo los Carmelitas.  Salio desde Madrid a la aventura, cuando se trasladaban, junto con otro compañero, al aeropuerto de Barajas para coger el avión que les llevaría a su destino, se dejaron en el taxi toda la documentación, y lógicamente no pudieron embarcar en el avión en el que tenían previsto volar. Esperaron toda la noche en el aeropuerto por si el taxista se daba cuenta y volvía donde los había dejado, pero también por vergüenza de haber sido tan torpes y despistados. Al  día siguiente no tuvieron mas remedio que volver y decir lo que les había pasado, y la sorpresa fue que la documentación estaba allí, porque el taxista al comprobar que eran Carmelitas la entregó en el convento.

En América trabajó muchísimo, eran tiempos muy difíciles, pero consiguió con creces cumplir el cometido que se le había encomendado. Tuvo contacto hasta con tribus caníbales, pero él era capaz de todo por evangelizar, sin tener miedo a nada.

Una señora que ayudo a los Carmelitas en sus primeros años, antes de morir le regaló una sortija para que él a su vez se la regalase a la persona que quisiese; ¿sabéis quién la tiene?. ¡Acertasteis!, vuestra abuela Pilar. La guardo como algo muy especial, que me emociona al recordarlo.

Hace unos días he tenido la suerte de encontrar una carta que le envió a mi padre unos meses antes de que muriera. Solamente os voy a transcribir textuálmente una frase muy corta, pero muy importante para llevarla a cabo en nuestras vidas: "...pero lo cierto es que Dios lo que quiere son obras".  Este lema, con todo mi corazón, os deseo que sea a lo largo de todas vuestras vidas una máxima, y ya comprobaréis como os vais a sentir en paz.

El final de su vida fue precisamente en este convento. Tuve la suerte de que una hora antes de que subiera al Cielo pudiera darle un beso.

No sé si he conseguido acercaros un poco a su figura, pero para vuestra abuela ha sido un gozo el recordarlo, aunque la verdad es que todos los días lo tengo presente.


domingo, 25 de noviembre de 2012

Regalo de Burkina Faso

 

Hoy nos ha traído el cartero una agradable sorpresa: un gran sobre que contiene un precioso regalo. Al abrirlo nos hemos emocionado porque estamos seguros que nos ha sido enviado con todo el amor y cariño.
Os cuento la historia; todos vosotros tuvisteis la suerte de conocer al Padre Florent y vuestros padres también. Es una de esas personas que al igual que otras que nos hemos encontrado en la vida, hemos tenido la suerte de conocer. Se hace de querer al minuto de conocerle. El abuelo le ayudo un poquito para aprender nuestro idioma, aunque él conoce perfectamente el francés y con algunos otros se defiende. Desde el principio surgió una amistad sincera, y sin embargo no hemos tenido la oportunidad de permanecer demasiado tiempo juntos. Al terminar sus estudios de Teología en la Universidad de Comillas en Madrid regresó a su tierra que es Burkina Faso.  
¿Recuerdas  Ignacio que te invitó a ir cuando quisieras?; te aseguro que lo hizo de todo corazón.
Desde que se fue hemos mantenido contacto telefónico esporádicamente, pero sobre todo ha sido a través del correo electrónico por donde nos hemos comunicado con más frecuencia. Aproximadamente hace un mes nos dijo que sus padres nos querían enviar un regalo. Sus padres son agricultores, no viven cerca de él, los medios de comunicacion de su pais en nada se parecen a los nuestros, ni tampoco sus carreteras. Allí todo lo que hagas tiene mayor dificultad y no digamos su economía que es de las más pobres del mundo. Por todo ello, el regalo que hemos recibido lo apreciamos mucho más y lo vamos a tener en un lugar preferente de nuestro corazón, porque además no nos conocen, solo a través de su hijo y han sido capaces de tener ese detalle de amor con los abuelos.
Me gustaría destacar que aunque estamos a muchos kilometros de distancia (mirad en un mapa de Africa donde se encuentra Burkina Faso), sin embargo nuestra relación es muy cercana, porque  por la oración estamos unidos en las alegrias y en los sufrimientos. El P. Florent participa en nuestras vidas y ora por todos nosotros.
Un día más nos sentimos agradecidos a Dios por haber puesto en nuestro camino personas tan especiales. 

domingo, 28 de octubre de 2012

La Paca

  
Vuestro padre, Ignacio y Alvaro, me hizo el siguiente comentario: "mamá, yo creo que la Paca merecería una entrada en el blog". Es cierto, la merece y deseo que a grandes rasgos conozcáis a esta gran persona, a la que llevo en mi corazón y en numerosas ocasiones la recuerdo con mucha gratitud.
 
Cuando era joven, junto con su marido, estuvieron viviendo en el campo que tenían mis padres en la Cañada de Tarragoya. Él era gañán, es decir, cuidaba las vacas y  con los aperos correspondientes arrastrados por éstas cultivaba las tierras, en aquella época no existía ningún tipo de maquinaria agrícola. En una ocasión tuvo que vivir un acontecimiento horrible, nada más ni nada menos que presenciar la muerte de un hijo de dos años, atropellado por su padre con las ruedas de la carreta que tiraban los bueyes. Imaginad el gran sufrimiento que arrastro durante toda su vida. Este hecho ya habría sido suficiente para atormentarla, pero no quedaron ahí sus desgracias; en otro momento, como donde ellos vivían no había luz eléctrica y se alumbraban con un carburo (es un recipiente donde se mezcla carburo y agua, de esta mezcla  se desprende un gas inflamable que sale por un pitorro del recipiente al que se le aplica una cerilla, y como consecuencia el gas arde con una gran luminosidad), ocurrió un accidente con tan mala suerte que en un descuido se acercó a donde estaba colgado el carburo y con su llama se quemó el lado izquierdo de la cara, incluido el labio inferior, por eso tenía una gran deformidad en el rostro; como podéis suponer en aquella época no existía la cirugía estética. Por si le faltaba algo más de sufrimiento, su marido era alcohólico y su trato con ella era muy desagradable. De esta manera, trabajando de sol a sol, fue transcurriendo su vida con muchas carencias.

Los abuelos cuando verdaderamente la tratamos fue en la etapa de su vida que ya era mayor. De joven ya os he comentado que estuvo en el campo de mis padres, pero después se fueron de allí y no volvimos a saber de ellos. En innumerables ocasiones me cruzaba en la calle con una persona que tenía la cara deformada, con un haz de leña sobre sus espaldas, un pañuelo negro en su cabeza y su vestido largo hasta los tobillos, y siempre era al atardecer ese encuentro. También se encontró con la crueldad de algunos adolescente que se metían con ella por su aspecto. ¡Qué peligro tiene nuestro juicio a priori¡. Yo no la conocía, pero mis hermanas mayores si, y un día le ofrecieron trabajo y nosotros también. Os voy a contar en que consistía su faena. Mientras que la abuela se iba a trabajar, cuidaba de tu padre, Paula, y del vuestro, Pablo, Juan, Ana y Marta. Vuestro padre, Ignacio y Alvaro, ya era más mayor. Estaba pendiente de que no os pasase nada cuando veníais antes que yo del cole. Puedo aseguraros que lo cumplía a rajatabla, y ante mi pregunta de cómo se han portado, siempre su respuesta era la misma:  "han sido buenisimos". A mi me constaba, que buenos si, pero traviesos también. Se pasaba horas en un gran pasillo que había en el piso inferior, jugando a tiraros el balon y vuestros padres de porteros. Nunca me dió una queja.

Cuando nos poníamos a comer en la cocina, todos a la vez, la Paca jamás se sentaba antes que yo, por mucho que le insistiera, siempre estaba pendiente de mi, jamás quiso hacerlo en nuestra mesa porque pensaba que por su deformación podíamos sentirnos incomodos, comía en una mesa de al lado,  y tenía unos detalles de tal delicadeza que muchos grandes eruditos hubieran podido aprender de esta gran mujer.  Por las tardes, a todos vuestros padres les gustaba acompañar a la abuela en un coche Renault 5 que teníamos y llevarla a su casa, perdón a su casa no, a su cueva. Vivía en lo mas alto del monte, en una cueva limpia como los chorros del agua cristalina. Allí la esperaba su marido alcoholizado, y la palabra de agrado que recibía de él era que le diera  el vino. Siempre se lo tenía que proporcionar, de no ser así se habría puesto violento. Le tenia tanto miedo que incluso, en su ignorancia, cuando éste se  murió le puso una botella de vino en el féretro por si se despertaba y para que no le faltase la bebida que sin ella se enloquecía.

Con todo esto que he narrado, no puedo concluir sin que sepáis que jamás se quejó de nada, que siempre tenia buen carácter, y sobre todo demostró un cariño excepcional y de protección hacia nuestros tres hijos que son vuestros padres. 

sábado, 27 de octubre de 2012

Ordenación del P. Amando

Hoy os quiero contar brevemente el gran acontecimiento que el fin de semana pasado tuvieron la suerte de poder vivir vuestros abuelos. El título por si solo ya es lo suficientemente claro para que los más mayores sepáis su significado. Pero antes os voy a relatar cuando conocimos al Padre Amando. Una vez más, ya os he hablado de ello en otras ocasiones, fue a través del Señor. Hace  unos cuantos años, justo en el mes de Julio durante la celebración de las fiestas del Carmen, por pura y santa casualidad le conocimos, justo cuando iba a iniciar su periodo de formación en el Carmelo. Desde el primer momento, apareció eso que se dice ahora de tener "feeling" entre dos personas. Recuerdo que le dije: "todos los días voy a rezar para que tu vocación la tengas clara y así pueda llegar a buen termino". Esa promesa la he mantenido y así lo seguimos haciendo los abuelos, porque vuestro abuelo también participa.
Han pasado los años, nos hemos visto muy poco, hemos coincidido en algún viaje y cuando ha venido a este convento en contadas ocasiones, y en nada más ha consistido nuestra relación. Pero algo para mi fundamental es la oración, su fabuloso poder, como te sientes unida a personas que apenas conoces y que sin embargo las sientes muy cercanas. En el  P. Amando este hecho se ha  dado perféctamente.

Todos vosotros le conocéis, habría podido ser un buen jugador de baloncesto, por su estatura, o bien un gran profesional como Ingeniero Industrial que es la titulación que tiene, pero él ha sabido escoger el mejor de todos los trabajos, obrero en la viña del Señor.

Me viene a la memoria, haciendo un pequeño paréntesis en la narración, algo que a todos nos ocurrió con otra persona muy especial: el P. Vidal. ¿Quién era?; vuestros padres os pueden dar la respuesta, todos tuvieron la suerte de conocerle. A ti Ignacio y Alvaro os bautizo. A los demás no le dio tiempo, se fue inesperadamente a gozar del Señor, pero eso si, tengo la plena certeza que está cuidando un poquito de todos nosotros. También era, como en el caso que os estoy narrando, una persona entrañable, que se metió de pleno en el corazón de todos nosotros.

Bueno, continuando con el relato inicial,  ayer fue el gran día para él, su ordenación de Presbítero, es decir, recibió el Sacramento del Orden Sacerdotal. Es una ceremonia de lo más emocionante que se puede vivir, y todos los ritos que en ella se llevan a cabo tienen un gran significado. Vino  el Obispo, que nos hizo reflexionar de la importancia de este Sacramento; Amando en algún momento se emocionó, se le llenaron los ojos de lágrimas, al Obispo también, y a mucha más gente, y los abuelos con la facilidad que tenemos para emocionarnos también echamos alguna lagrimica. Yo me acordaba de cuando mi hermano Pepe recibió este gran sacramento, por entonces tenía la edad que tiene ahora Juan.
Los sentimientos me parece que no son fáciles de describir, en mi caso  por lo menos así sucede, no obstante me arriesgo para haceros ver que en esta sociedad del momento y en la que a vosotros os va a tocar vivir, solamente son noticias acontecimientos deportivos, bélicos, de artistas,.... pero existen otros hechos, como el que os estoy relatando, que no aparecen en ninguna portada de información, pasan desapercibidos, por lo tanto no se conocen  y se dejan de sentir y vivir con gozo. Espero y deseo con toda mi alma, que para vosotros sea una buena  noticia cualquier evento de este tipo, y que lo podáis ver y disfrutar para alimento de vuestro espíritu, que  también es imprescindible.

Para terminar voy a transcribir textualmente la dedicatoria que nos ha escrito en el libreto de seguimiento de toda la ceremonian el P. Amando:
"Para Eladio, mi padre adoptivo de Caravaca. Gracias por tu bondad y tu cercanía. Eres luz para mi vida y participas de mi sacerdocio. A partir de ahora vienes siempre conmigo estés donde estés. Un fuerte abrazo P. Amando"
"Para Pilar, mi madre adoptiva y amiga del alma. Gracias por todo el amor que he recibido de ti y el compartir nuestra experiencia de Dios. Dios nos ha unido, amiga,  para siempre en el Carmelo. Sigue siendo siempre para los demás. Un fuerte abrazo P. Amando


domingo, 21 de octubre de 2012

Adormivela

 

Seguramente el titulo de esta entrada os pueda parecer extraño, pero quiero que quede en el recuerdo porque es una palabra que a vuestros padres les resulta muy conocida, ya que vuestra abuela la usaba en multitud de ocasiones, aunque no exista en el diccionario como tal, la más parecida es duermevela.  El significado es muy simple; quiere decir que cuando duermo me despierto con mucha facilidad: "estoy durmiendo y velando al mismo tiempo". Esta cualidad que tengo me ha traído a lo largo de mi vida muchas ventajas.  Mirad, cuando vuestros padres eran pequeños siempre los oía, aun durmiendo en habitaciones separadas, si tosían, si la respiración era un poco agitada por la fiebre,... Ante cualquier anomalía o simplemente porque me llamaban para pedir agua, estaba dispuesta al instante. Después, al hacerse mayores, cuando llegaban un poco tarde, en cuanto introducían la llave en la cerradura me despertaba. Por eso muchas veces les comentaba: no preocuparos por nada que yo duermo "adormivela".
Quiero aprovechar esta entrada para enseñaros otras frases habituales en nuestra familia, ya que estoy segura de que si no lo hago ahora nunca las habríais oído.
Voy a empezar por "vamos a  levantarnos, vamos a echarle el pienso al Cordobés, ya se lo hemos echado, vamos a acostarnos otra vez".
Cuando era pequeña, como vosotros ahora, me gustaba mucho por las mañanas pasarme a la cama de mis padres y meterme entre los dos. Entonces, cuando ya nos teníamos que levantar, mi madre, me decía esas palabras y eso significaba que podía estar un poquito más con ellos, cosa que me hacia enorme ilusión. El "Cordobés" era un caballo que habían tenido mis abuelos.
"Fiera gurrupia" es otra expresión que se decía cuando alguno gastaba bromas o se ponía un poco "tostonero".
También cuando nos reuníamos a comer, como eramos muchos de familia, mi hermana Maravillas al terminar solía comentar: "cuerpo mio, has comido, has bebido, ahora quieres trabajar, todos los gustos no se te pueden dar". Está claro que lo que más pereza daba después de una reunión familiar es recoger y dejarlo todo ordenado.
Mi hermana Chon repetía con frecuencia: "quisiera que volaras y no vuelas", que es lo mismo que decir que tienes que saber salir adelante ante situaciones imprevistas, además de ser rápida en resolverlas.
Por último, me viene a la memoria otra un poco mas larga: "levántate Saturnino de los brazos de Constanza, y veras a Curro Choto todo lleno de alumbranza, si lo quieres apagar con un poco de abundancia, aparta a los peridánganos que los santos van de marcha".
El significado era que Saturnino era un perro, Constanza el sueño, Curro Choto el gato, alumbranza el fuego de la lumbre, abundancia el agua, peridanganos los chorizos y morcillas, santos los jamones.
Antiguamente, cuando se realizaban las matanzas en las casas (ya en una ocasión os hable de ellas), los embutidos se colocaban al lado de la lumbre de la chimenea para que se secasen. Por lo tanto, con esa frase se quería dar aviso que alguien, además del gato, se estaba llevando los jamones.
Todo esto son recuerdos de mi infancia que en nada se parece a la vuestra; bueno en una cosa si, en que al igual que todos vosotros he tenido la fortuna de tener unos padres inigualables.

domingo, 23 de septiembre de 2012

El beso de una cajera

La otra mañana fui a comprar a un supermercado con Juan, Ana y Marta. A los dos primeros les apetecía venirse y a Marta le encantan los paseos. Por cierto, los tres se han portado fenomenal y de verdad que me han servido de ayuda. Cuando nos veníamos después de hacer la compra, al pasar por caja, la chica que me ha atendido, que la conozco solamente del trato absolutamente normal entre cliente y empleada, me sonríe y me dice: "te voy a dar un beso, si no lo hago me habría quedado con la gana". Por supuesto que nos lo hemos dado, y a continuación le he expresado lo que mi corazón en ese momento me ha dictado: "que verdaderamente me siento una privilegiada, y que gracias por su expresión de cariño".

Meditando un poco con esta pequeña anécdota, tengo que decir que lo que le he dicho es la pura verdad. Os aseguro que no sé nada de esta chica, y recibir sin ningún motivo una muestra de cariño tan espontánea te sorprende y sientes agradecimiento sincero. En cualquier edad es muy importante el recibir muestras de afecto, pero supongo que esa importancia se agudiza cuando se llega a la de vuestros abuelos. Por eso me repito y lo seguiré haciendo mientras viva: los abuelos somos más que privilegiados por sentirnos tan queridos, principalmente por todos vosotros y por vuestros padres, pero también por otras personas que sencillamente por tratarlas con normalidad te lo demuestran con sus gestos.

Como hago a menudo he querido compartir esta pequeña vivencia, porque estoy segura que solo por mostrarnos con naturalidad con las personas que a diario compartimos pequeños momentos, sin hacer ninguna proeza, conseguimos que mutuamente nos sintamos bien. Este mundo es demasiado agresivo y nosotros, mejor dicho vosotros, con vuestros comportamientos adecuados, estoy segura que podéis poner vuestro granito de arena para que ese mundo mejore un poco. Os queremos tanto que por mucho empeño que pongamos nunca podremos expresaros ni remotamente todo el caudal de amor que brota continuamente de nuestros corazones.

domingo, 9 de septiembre de 2012

El campamento de los abuelos

Os escribo pasadas apenas unas dos horas de la partida de mis dos nietos mayores con sus padres, porque después de un mes de Agosto en donde hemos podido disfrutar de todos vosotros en la playa, hemos tenido la fortuna de poder seguir haciéndolo en nuestra casa durante estos ochos primeros días de Septiembre.
Vuestra madre, Ignacio y Álvaro, al recogeros ha expresado una frase muy oportuna: "abuelos,, hoy es cierre del campamento".
Durante toda la semana no os habéis separado ninguno de los primos, solamente el tiempo de dormir. Os hemos visto disfrutar, sin peleas, y aunque parezca imposible (ya sois siete porque Marta también ha participado) no hemos tenido que hacer ningún esfuerzo, nos hemos organizado muy bien y como sabéis nos ha dado tiempo de hacer actividades como si realmente de un campamento se tratara. Eso si, la actividad que nunca falta y que a todos os encanta es ver dibujos o jugar con vuestras máquinas en la cama de los abuelos. Una vez más hemos de dar gracias a Dios y a vuestros padres por permitirnos gozar de todos vosotros.

domingo, 15 de julio de 2012

Ana y mi madre

En esta ocasión os voy a relatar una pequeña anécdota que hace unos pocos días ocurrió con nuestra querida nieta Ana. Sabéis que en la cama de los abuelos, que sigue siendo el lugar de reunión preferido de todos vosotros, tengo en verano una colcha muy "chula", y cuando llega la sesión de los dibujos animados la quitamos por precaución. Me estaba ayudando a recogerla, y de repente me pregunta: "abuela, ¿por qué pones esta colcha tan bonita y luego la quitamos?"; mi respuesta fue: "porque me la compró mi madre y no quiero que se estropee". Entonces me pregunta de nuevo: "¿ donde está tu madre?", a lo que respondí de forma rápida y segura : "en el cielo". En ese momento me mira fijamente, y, con esa mirada tan bonita que tiene, me vuelve a interrogar: "abuela, ¿tú te acuerdas de tu madre?" y en ese momento, sin poderlo evitar me emociono, se me llenan los ojos de lágrimas y casi sin poder hablar le digo: "cariño, todos los días de mi vida no he dejado de acordarme de ella y de todos los que ya tengo en el Cielo". Me vuelve a clavar su mirada y con sus ojos también con lágrimas me dice: "yo también me acuerdo de la Muchacha". Su hermano Juan que estaba presente añadió: "igual que yo".
Mi relato puede parecer una tonteria, pero a mi me conmovió en lo mas profundo, porque es cierto que raro es el día que no los recuerde, pero siempre con serenidad y la tranquilidad que dá el saber que todos estan gozando en el Cielo.
Como podéis comprobar es un relato muy sencillo, pero para mí no deja de ser hermoso y me gusta compartirlo con vosotros. A veces, en las cosas más sencillas pueden estar los momentos de nuestra vida que más paz y sosiego nos pueden proporcionar.

domingo, 8 de julio de 2012

Doña Rosa

Hace unos días, casualmente, con motivo del fin de curso, el director de un centro les hablaba a los alumnos que ya terminaban su ciclo de estudios ,en la que entre otras cosas, se contaba un poco la historia de esta señora.

Se trata de una ascensorista boliviana, que en su país, está a cargo de pulsar el botón del ascensor, limpiarlo y en definitiva, cuidarlo. Su trabajo lo realiza en un gran edificio, en donde hay más ascensoristas, pero el de ella es el que más número de usuarios acumula a lo largo de la jornada. Todos coinciden que esta señora que siempre tiene una sonrisa en los labios, una palabra amable a lo largo de toda su jornada de trabajo, tiene además el ascensor siempre impecable, limpio, con muy buen olor. Se nota que se cuida con esmero. Preguntada un día como le resultaba su trabajo de pesado, ella, sin perder su sonrisa, contestó que estaba feliz con lo que hacía, que cada mañana iniciaba su tarea con ilusión, cuidando hasta el más mínimo detalle, porque pensaba que la primera beneficiada era ella. Si cuidaba que el ascensor estuviese limpio, oliese bien y las personas que lo utilizaban se sintiesen a gusto, ella era feliz porque siempre había tratado de realizar su tarea con vehemencia, poniendo todo su esmero, además de que la que más horas estaba dentro de ese habitáculo era ella, por lo tanto procuraba que estuviese impecable.

Al ser interrogada por el trabajo de sus compañeros, les comentó que lo llevaban muy mal porque para ellos era un autentico suplicio cada día iniciar su jornada laboral y estaban amargados.

Me gustó esta pequeña historia de una persona desconocida para mi, pero que merece toda mi admiración. Muchas veces en la vida, no se trata tanto del tipo de trabajo que realicemos, sino de como lo llevemos a buen fin. Tenéis el ejemplo en vuestros padres, cada uno se dedica a tareas diferentes, pero todos coinciden en algo: en que lo hacen lo mejor que saben y con honestidad. No estoy segura de si alguna vez algo de lo que os trato de transmitir os servirá de pequeño aprendizaje Lo hago con la única intención de colaborar un poquico en vuestra formación como personas y que tengáis siempre muy claro de cómo en vuestras diversas circunstancias se debe siempre actuar. Os queremos tanto que nuestro corazón es como una fuente de amor hacia todos vosotros.

jueves, 31 de mayo de 2012

El significado de la amistad

Esta mañana al ir a hacer la compra una furgoneta con rotulo de una frutería me ha pitado con insistencia y el conductor me ha saludado muy efusívamente; era nuestro amigo Oliver. Os voy a comentar quien es y porque le llamo amigo. Mirad, es un ecuatoriano que lleva trabajando en esa frutería desde hace bastantes años, nosotros lo conocimos en su trabajo y desde el primer encuentro siempre ha sido amable, educado y servicial. En este tiempo le hemos ido conociendo a nivel personal, por un solo motivo, en ocasiones nos ha pedido consejo, sobre todo al abuelo, porque tiene un hijo que estudia en el Instituto donde los abuelos han trabajado siempre. Nuestro mérito no es otro que escucharle con atención e interés, no hacemos nada de importancia, y sin embargo eso ha hecho que nos demuestre continuos detalles de afecto. Fijaros con que poco a veces las personas se sienten queridas. Cuando leáis estos renglones, para algunos de vosotros tiene que pasar mucho tiempo porque sois pequeños, me gustaría que reflexionéis que en muchas ocasiones con pequeñas muestras de atención se puede hacer bien, y sobre todo se siente uno bien. Las demostraciones de amistad pueden ser de muy diferentes formas, pero todas ellas tienen que estar avaladas por hechos y no sólo de palabras.

También quiero que sepáis de otra clase de amigos que tengo la fortuna de contar. Os puede parecer extraño lo que vais a leer, pero son los que me ha presentado el Señor. Seguro que os preguntareis como se ha producido ese encuentro y os lo explico. Me estoy acordando en estos momentos, por ejemplo, de una empleada de un supermercado, que sin conocerme de nada, me dijo que si le podía hacer un favor. Al contestarle que si lo podía realizar contara con ello, me comentó que rezara por su madre, que estaba muy enferma y aún lo sigue estando. A partir de ese instante la tienen en sus oraciones los abuelos, pero también tiene esta nueva amiga a alguién que la escucha con atención, que muestra interes por ella, que comparte sus angustias y sus sufrimientos.



Más amigos de este tipo son mis compañeras de catequesis, las de convivencias, las de los viajes de peregrinaciones, aquellas con las que compartí muchos años la limpieza del Convento. Me viene a la memoria, especialmente, una gitana joven que durante un tiempo nos ayudaba en esa limpieza. Necesito que lo sepáis cariños mios, porque en muchísimas ocasiones le he dado gracias a Dios por haberla conocido. Cada día al terminar la limpieza nos tomábamos un café y estábamos un ratillo hablando. Vuestra abuela siempre aprendía algo de ella, y sobre todo le enseñó a valorar de todo lo que disfruto, cosa que por desgracia muchos no conocen y mi amiga la gitana es una de ellas. Ya no vive en este lugar, pero cuando vuelve y nos vemos, nos os podéis imaginar la alegría que sentimos. Quiero resaltar, y estoy segura de lo que digo, que en este grupo de amigos, que sin a penas conocer nuestra vidas, siempre estamos unidos en nuestras oraciones diarias y para vuestra abuela esto es muy importante.



Por ultimo, quiero deciros que también cuento con otra clase de amigas autenticas, que a lo largo de toda una vida me han demostrado con hechos que lo son. Creo que el pilar más importante para que se produzca esta relación es la fidelidad, entre otras muchas cosas.

domingo, 13 de mayo de 2012

La Cruz de impedidos y la abuela

En esta entrada quiero contaros como es este acto de las Fiestas que con seguridad en estos momentos de vuestras vidas ni os suena, pero no creáis que sois los únicos, porque muchos de los festeros de nuestra ciudad quizás tampoco lo hayan visto nunca. Era muy joven, puede que con unos quince años, cuando acompañando a mi hermana Maravillas me empecé a enamorar de esta procesión. Por aquel entonces se hacía todo el recorrido en la mañana del cuatro de Mayo, ya que este pueblo no era ni mucho menos lo que es en la actualidad, y aunque era costoso porque tampoco las calles estaban acondicionadas como en estos tiempos, se podía llevar a cabo en una sola jornada. Mas tarde, no hubo mas remedio que hacer el recorrido en dos días, que es como se hace en la actualidad, en las mañanas del cuatro y cinco de mayo.
Todavía no os he contado en que consiste; sencillamente en llevar la Santísima Cruz a todos los hogares en los que haya algún enfermo o impedido y que tenga el deseo de adorarla. Cuando vuestros padres tenían la edad que aproximadamente tenéis vosotros, Ignacio, Alvaro o Pablo,, me los llevaba para que pudiesen participar. Ayudaban en lo que podían, como por ejemplo en ir todo el trayecto tocando una campana que va anunciando el paso de la Cruz por las calles. Os puede parecer que ese servicio carece de importancia, pero os equivocaríais porque este trabajo resulta necesario y costoso, y el ir tocando esa campana durante unas cinco o seis horas, seguidas hace que te salgan ampollas en la palma de la mano y sea muy molesto, también en ocasiones la he tocado yo y se de lo que hablo. En otras ocasiones, la abuela ha tenido que llevar una de las baras del Palio porque no iban suficientes hombres para realizar esta tarea; no os he comentado que la Cruz la lleva el sacerdote bajo el Palio, y en total son cuatro las personas que se necesitan para poder transportarlo. Muchas veces he llevado uno de los dos faroles que acompañan a la cruz en todo momento, que también pesan lo suyo cuando lo sostienes un tiempo largo, y por eso he podido entrar acompañando al sacerdote a los hogares de los impedidos, y he podido vivir la emoción que los embarga cuando besan esa Cruz. Estoy segura que el Señor derrama su misericordia de muchas formas y para muchas personas ha sido y sigue siendo ese acto de amor.

Existe un momento en el recorrido que es especialmente emocionante, aunque antes eran dos; la visita que se hace a las monjas de clausura. Antes se visitaba a las monjas Carmelitas y a la Claras. En la actualidad solamente se hace la parada en las Claras, porque las Carmelitas ya no residen en nuestro pueblo. Esta parada es muy bonita, se ha realizado siempre; cuando entra la Santísima Cruz se deposita en una mesa que está debajo de la cúpula de la Iglesia por donde hay un pequeño orificio del que caen cientos de pétalos de rosas como obsequio que hacen las religiosas por la presencia de la Santísima Cruz en su iglesia. Este año he podido hacer todo el recorrido los dos días, y doy gracias a Dios por ello. Ya solamente voy de acompañante, porque mis fuerzas no me permiten realizar ningún otro servicio y además, desde hace unos cuantos años el numero de personas que participan es muy numeroso y van suficientes personas para poder cubrir todos los puestos. Espero que algún día os enamoréis de este acto, porque os lo aseguro que merece la pena.

domingo, 1 de abril de 2012

A mis nietos Ignacio y Alvaro

Siento la necesidad de que en este blog quede escrito el regalazo que el Señor me ha hecho a través de vosotros. Os lo he comentado hoy mismo, pero cuando pasen unos años y leáis esta entrada, podréis recordar la inmensa alegría y emoción que ha sentido vuestra abuela este día. Cuando estábamos en Misa, a la hora de la Comunión, el P. Juan Antonio en vez de llamar para que le ayudase a dar la Comunión a otras personas con muchos mas méritos que yo para realizar ese servicio, me ha indicado que saliese yo al altar. Ni os imagináis mis sentimientos cuando os he puesto la Sagrada Forma en vuestras angelicales manos. Cuantos privilegios tengo sin ningún mérito; de corazón os digo, que para nada soy digna de hacer este grandioso servicio, pero gracias a El me lo ha permitido. Llevo años haciéndolo con muchas personas, algunas especialmente queridas, como vuestra bisabuela Carmen, la tita Chon, el tito Manolo, la tita Maravillas o la Muchacha. Y para que mi alegría sea todavía mayor, en varias ocasiones lo he realizado con vosotros, pero no se por qué, en esta ocasión he sentido algo especial. De verdad he visto acercarse a dos ángeles.

Después os he preguntado si os sentíais bien, y ambos me habéis comentado que si. No olvidéis jamas que el Señor siempre nos espera para darnos el mayor y mejor de sus abrazos, en El siempre vais a encontrar sosiego y paz.

Gracias vidas mías por estos días que estáis pasando con los abuelos, por demostrarnos tanto cariño, nuestra casa brilla de una forma especial cuando estáis revoloteando todos vosotros.

domingo, 25 de marzo de 2012

A mi nieta Marta

Esta entrada es para ti, aun no has nacido y ya te queremos, mejor dicho, desde el momento de tu concepción has entrado en las entrañas de tus abuelos.

Hoy me apetece darte la bienvenida, dentro de muy pocos días, si Dios quiere, vas a salir de esa "casita" tan estupenda en la que has vivido tan tranquilita, tan abrigadita y tan bien alimentada durante estos primeros nueve meses de tu vida. Pero chiquitita, ya te va a tocar salir, no te puedes imaginar la de gente que estamos deseando verte, de tenerte con nosotros, de cuidarte, de mimarte, de cantarte, de arroparte, en definitiva de poder disfrutar entre nosotros de un ángel llamada Marta.

Cuando nazcas, no tengas miedo. Observarás asomándose a tu cuna muchas caras que todavía no conoces, pero en todas podrás ver que existe curiosidad por apreciar lo guapísima que eres. Ante todo, reconocerás cariño, acogida, ganas de tomarte, de besarte, de abrazarte.

A la primera que vas a ver es a tu mamá y a tu papá, ya veras que guapos son. Te advierto de algo muy importante: tienes tres hermanos; el mayor se llama Pablo, le gustan mucho los perros, sobre todo, el Pastor Alemán; el siguiente se llama Juan, a los dos les encanta jugar al fútbol en casa de los abuelos, sobre una preciosa alfombra roja, con los primos de Murcia, que se llaman Ignacio y Alvaro, la pelota que utilizan no te asustes que no hace ningún daño (bueno, me he desviado un poco de lo que te estaba contando); tienes una hermana que ya veras lo que te cuidará, además de jugar contigo mucho y se llama Ana. Por cierto, seguro que también va a colaborar mucho a estar pendiente de ti otra prima, Paula, que está impaciente por conocerte. No te quiero cansar más, eres muy pequeñaja para asimilar tanta información, ya nos iras conociendo a todos, y comprobarás lo bien que nos lo pasamos. ¡Hasta pronto¡, mientras tanto ya sabes, que todos los días rezamos para que todo vaya muy bien y poderte transmitir todo el amor que te profesamos.

lunes, 13 de febrero de 2012

La cama de los abuelos


Puede pareceros que a vuestra abuela se le ha ido un poco la "chaveta" porque el título de esta entrada no parece tener mucha lógica; quizás llevéis razón, pero la realidad es que me apetece relataros lo que en muchas ocasiones ha supuesto esa cama para todos vosotros, que por cierto, perteneció a vuestros bisabuelos Paco y Juana, es decir, a mis padres.

Me viene a la memoria un recuerdo muy agradable, cuando vosotros, Ignacio y Alvaro, os dejaban vuestros padres algún día en nuestra casa. Siempre habéis sido "aves tempraneras ", y lo primero que hacíais era pasaros a la cama de los abuelos. Entonces la abuela os preguntaba, como si estuvieseis en el mejor de los hoteles: "¿qué desean los señores para el desayuno?"; seguidamente para mi vuestros deseos eran ordenes a cumplir de inmediato (esto que la abuela hacía que nadie se entere, pues os lo llevaba a la cama mientras veíais dibujos). El abuelo era el encargado de las tostadas, que las prepara como nadie. A vosotros os parecían riquísimas y a nosotros se nos caía y se nos sigue cayendo la "baba" sólo de recordarlo.

A lo largo de todos estos años esta cama ha sido y sigue siendo muy especial. Ninguno de vosotros puede decir que no haya pasado momentos muy agradables en ella. A todos os sigue gustando esa cama que se convierte con mucha frecuencia en el lugar ideal para jugar con vuestras maquinitas, Pablo, Juan y Álvaro, para ver dibujos con mis princesas, Paula y Ana, jugar a los bebes o a las hormiguitas con la abuela, o bien para que mi Ignacio pueda estar un poco tranquilo viendo sus dibujos favoritos, aunque eso de la tranquilidad le dure poco, porque siempre hay algún primo que lo reclama. En definitiva, podemos decir que es el lugar predilecto para muchas de vuestras múltiples actividades.

Quizás alguien que pueda leer esta entrada pueda preguntarse: ¿qué colcha tendrá esta abuela para poder resistir todos estos envites?. Por si acaso respondo a esa curiosidad: la mejor de este mundo, aquella que nunca se desgasta, la que siempre esta y permanece resplandeciente, la que no tiene en su tejido ningún tipo de impurezas, la que brilla como recién estrenada, la que cuando la miramos los abuelos, nos hace sentirnos dichosos. Supongo que con todas esta pistas tengáis ya muy claro de que material está confeccionada; la cama la cubren todos vuestros cuerpos angelicales, que no existe en el mercado nada ni nadie que lo pueda igualar,, y que no existe dinero en este mundo para poder pagar esta fantastica colcha de la cama de los abuelos.

sábado, 4 de febrero de 2012

Para el abuelo en su setenta y seis cumpleaños




Me parece que bien se merece el abuelo que alguna vez le dedique exclusivamente algunos pocos sentimientos de los muchos que anidan en lo mas profundo de mi corazón, y que considero importante que os los muestre para que lo podáis conocer un poquito más. No podré jamas expresar con palabras lo que el abuelo ha representado y sigue suponiendo en mi vida.


¿Sabéis desde cuando lo conozco?; sencíllamente de toda la vida. El abuelo desde siempre ha sido muy amigo del tito Juan. Yo alguna vez os he comentado que de pequeña jugaba más que con nadie con los amigos de mi hermano, por lo tanto podéis deducir fácilmente que también en muchas ocasiones jugaba con él. A los diecisiete años, un veintiuno de Agosto, nos hicimos novios, palabra actualmente un poco en desuso. Nuestra relación antes de casarnos fue muy larga, casi ocho años, y por fin un veinticuatro de Junio de mil novecientos sesenta y cinco nos casamos, por cierto en ese mismo día también lo hicieron el tito Juan y la tita Carmen.


Antes de continuar os voy a contar una anécdota de nuestro viaje de novios. En esa época el abuelo tenía un coche pequeño denominado Seat 600. Previo a la fecha de nuestra boda el abuelo lo llevó a un taller para que lo revisaran y estuviese perfecto para el largo viaje que le esperaba. La primera etapa que tenía que cumplir era desde Murcia a Granada. Emprendimos la aventura sobre las once de la mañana y finalizamos nuestro trayecto a las doce de la noche. El motivo de que tardáramos tanto fue una pequeña obstrucción en un tubo que se comunica con el radiador, a éste no le llegaba agua, y el resultado es que se calentaba el coche y había que hacer paradas continuas para echarle agua.

En esa época no existían las autovías y en un tramo largo te encontrabas con unas cuestas bastantes considerables. Recuerdo que iba un gitano en su burro subiéndolas y consiguió en bastantes ocasiones adelantarnos. Lo mejor de aquel viaje, los quince días que pasamos en Ibiza, todavía permanecen muy vivos en nuestro recuerdo.

Ahora me quiero centrar en como es vuestro abuelo; no me va a ser fácil el hacerlo, pero si necesito que sepáis que es un ser muy especial, está repleto de cualidades que le son innatas y que por lo tanto a él le parecen normales. En casi los cuarenta y siete años que llevamos de casados, todos ellos han sido dedicados exclusivamente a su familia, trabajando sin descanso para que nunca nos faltase de nada. En todos los años de su trayectoria laboral siempre ha destacado por su gran responsabilidad, minuciosidad y trabajo bien realizado, sin importarle las horas que le hayan podido ocupar. Es todo generosidad, bondad, no alberga en su corazón ningún tipo de rencor, ha perdonado y lo sigue haciendo sin ninguna reserva. En su larga vida no todo le ha sido fácil, pero las situaciones complicadas que haya tenido que vivir siempre las ha superado con sufrimiento, aunque sin amargura. Pero por encima de todo, y sobresaliendo más que nada, es el gran amor que siente por todos nosotros; no creo pueda existir un corazón que pueda albergar más cariño que el suyo. De la abuela está igual o quizás más enamorado que al principio de nuestra relación. De vuestros padres y de vosotros todo su ser es un verdadero manantial de amor que siempre está dispuesto a regar vuestras vidas, es una fuente inagotable. Vive por y para todos nosotros. Antes de concluir necesito decirle que le quiero y le necesito, y él también percibe como vosotros, de todos, que sois para él su gran manantial de amor.

sábado, 28 de enero de 2012

Para el jugador nº 8

Hace tiempo que me ronda por la cabeza el dedicarle una entrada exclusivamente a mi , mejor dicho, a nuestro jugador favorito de fútbol sala con el número ocho a la espalda. Todos sabéis que me estoy refiriendo a nuestro gran deportista Álvaro.


Desde muy pequeño, yo diría que desde siempre, te ha gustado jugar con la pelota que ha sido y es tu juguete favorito, muy por encima de cualquier otro juego. La verdad es que tienes una habilidades innatas de las que nadie podemos dudar. A la abuela siempre le gusta hablar del presente, normalmente no hago planes de futuro, y lo que yo palpo en esta etapa de tu vida es que eres feliz practicando este deporte, que lo vives a tope, que disfrutas, que sufres y gozas, que te divierte y además, consigues que estos abuelos y los otros de Murcia vivamos como si fuésemos jóvenes los partidos y entrenamientos en los que tenemos ocasión de estar presentes.


Me gustaría saber transmitirte todo lo que mi corazón siente, pero eso te lo aseguro, ni el mejor de los escritores podría hacerlo. Me conformo con que tengas por seguro que todo lo que los abuelos te aconsejamos es por tu bien, que disfrutamos cuando tu lo haces y estamos a tu lado si lo pasas mal, que tienes que saber valorar todo lo bueno que te rodea, no solo a nivel de familia, sino también la suerte que has tenido de encontrar un gran deportista que cada día se esfuerza y pone todo su empeño en formaros deportivamente y como personas, me refiero, como te imaginas, a tu entrenador Ricardo. Es posible, o no, que de mayor no sigas practicando tanto deporte, pero sea cual sea tu futuro, que todas las tareas que tengas que acometer las realices siempre con honestidad, dando de si todo lo que puedas, siendo buen compañero, responsable, en definitiva, siendo una buena persona que es el mayor y mejor de los trofeos y medallas que puedas obtener a lo largo de tu vida.


Antes de terminar, tengo la necesidad de nombrar a tus padres, y es para que siempre les estés agradecido y valores todo lo que están haciendo por ti (siempre deben de ser ejemplo para ti), no les importa dejar de tener sus espacios de descanso que por otra parte tan necesitados están, para acompañarte con todo el gusto del mundo cada semana. También tu hermano lo hace con todo el cariño y te apoya en todo momento y en todos los actos de tu vida, aunque en algunas ocasiones tu puedas creer lo contrario. Sabes que aquí tienes un buen grupo de fans que te admira y siempre anima a "nuestro número ocho".

domingo, 22 de enero de 2012

Traje de primera comunión



El título de esta entrada puede parecer extraño, pero os lo aclaro, se trata de relataros de forma sencilla una pequeña historia de ese traje, que recuerdo que con tanta ilusión adquirimos hace muchos años. Cuando hizo la primera comunión vuestro padre, Ignacio y Älvaro, nos gustaba que fuese un traje sencillo, sin ningún tipo de adornos. Elegimos el de marinero raso. Con ese mismo traje hizo su primera comunión tu padre, Paula y también vuestro padre, Pablo, Juan y Ana. No os podéis ni imaginar lo guapísimos que iban por "dentro" y por fuera; bueno, si lo podéis saber, igual de resplandecientes que Ignacio y Álvaro. Ignacio: cuando hiciste la primera comunión tu padre me preguntó por su traje y entonces tuve que confesarle un secreto; hacia veinte años que lo había regalado a una familia que tenía la misma ilusión con sus hijos que nosotros con los nuestros, pero que no podían permitirse el comprar un traje para el gran acontecimiento de sus primeras comuniones. La abuela sin consultarlo con nadie se lo regaló, y os tengo que ser sincera, me costó mucho desprenderme de él. Al cabo de tantos años, leyendo unos pensamientos de la Madre Teresa de Calcuta, me viene a la memoria un párrafo que dice textuálmente: "¿Alguna vez habéis experimentado el gozo de amar dando hasta que duela?"; yo os puedo asegurar que en este simple y pequeño acontecimiento vivido he sentido y sigo sintiendo ese dolor, es el dolor de desprenderte de algo que para ti representa mucho más que un traje, y que te duele en lo más profundo de tu ser, pero que se convierte en un acto muy hermoso. Es curioso como no he sentido ningún tipo de dolor cuando de común acuerdo los abuelos se han desprendido de una serie de cosas, y por el contrario la sensación ha sido y es de alivio y tranquilidad en los dos.


Posíblemente este relato os puede parecer una tontería, pero he querido compartirlo con vosotros porque son sentimientos que están en lo profundo de corazón de vuestros abuelos, que una vez más tenemos la necesidad de deciros que os queremos con locura y que si alguna vez experimentáis esta sensación sabed que no por doler no merece la pena el vivir la experiencia.

jueves, 12 de enero de 2012

La alfombra roja

Quizás al leer el título de esta nueva entrada la mente nos puede trasladar cuando en hechos muy puntuales y socialmente importantes vemos como se extiende una gran alfombra roja por donde desfilan personas famosas. Yo por supuesto que no voy a relatar ninguna crónica social, sino que os quiero comentar la importancia de nuestra gran Alfombra Roja.

Cuando vuestra madre, Ignacio y Álvaro, apareció con una gran alfombra roja hace ya más de dos años, no me podía ni imaginar del protagonismo que iba a tener en nuestras reuniones familiares. Desde el primer día, por méritos propios, se convirtió en la estrella del salón, no sólo estéticamente por el colorido que le dio a la entrada y su elegancia, sino por algo todavía mucho mas importante: ha sido y es el "juguete" favorito de todos vosotros. Cuando seáis mayores y recordéis estos años de convivencia con los abuelos, estoy segura que sacaréis este tema en las reuniones que mantengáis, porque la abuela (aquí no meto al abuelo) es un poco atípica y os deja disfrutar con todo tipo de juegos en ese espacio.

Si os pudiese preguntar en estos momentos que significa para vosotros una pelota de trapo; ¿con que la relacionáis?, seguro que aparece la alfombra roja. Es increible, o no tanto, que con la variedad y cantidad de juegos electrónicos y de todo tipo que cada uno de vosotros tiene, ninguno ha sido capaz de desplazar a un segundo lugar a nuestra alfombra y a esa pelota vieja de trapo que tan buenísimos ratos os ha hecho pasar. Además, ha sido y es testigo de vuestras disputas, de vuestros perdones, de vuestros llantos y de vuestras risas, de vuestro juegos de todo tipo, de vuestros encuentros, en definitiva nada más y nada menos que de una de las etapas mas hermosas de toda vuestra vida, la niñez. ¡Ah¡, se me olvidaba, también nos sirve para los grandes desfiles de modelos de nuestras dos princesitas, Paulay Ana, así como de sus actuaciones de cantos y bailes

Cada vez que la miro me gusta más, porque está mas bonita que el primer día, habéis colaborado a que se le elimine toda la pelusa, pero sobre todo y lo único que a mi me importa es que la habéis convertido en algo vivo y querido por todos, un lugar muy especial que no sólo sirve para decorar un espacio, sino que os hace y nos hace pasar unos ratos muy agradables e inolvidables. Como siempre os tengo que dar las gracias porque sois capaces de que hasta una simple alfombra se convierta en un objeto entrañable.

viernes, 6 de enero de 2012

Nuevo día de Reyes

Recuerdo que el año pasado ya hice una entrada en esta fecha, pero como es mi fiesta favorita de toda la vida hoy vuelvo a escribir sobre el mimo tema, porque cada una es distinta pero no por ello menos ilusionante que las anteriores. Los abuelos hemos disfrutado como niños viendo vuestras caras de alegría e ilusión, aunque no sólo la de los más pequeños, sino también la de los mayores. Estoy cada vez más convencida de que los pequeños momentos vividos en familia son los que te proporcionan mayor grado de paz y felicidad. No tengo mas remedio que daros a todos las gracias, y si en estos momentos los ojos se me llenan de lágrimas son de emoción, de agradecimiento a Dios que nos da muchísimo más de lo que nos merecemos. Cuantas personas existen que teniendo hijos, nietos, padres, se sienten absolutamente sólos y abandonados, y sin embargo nosotros somos unos auténticos privilegiados por teneros a vosotros y a vuestros padres.


Os quiero comentar algo que me parece muy importante, y que quizás cuando lo leáis de mayores ya no esté con vosotros físicamente, porque en espiritu estoy segura que siempre vamos a estar a vuestro lado. Mirad, os voy a dar un pequeño consejo que considero fundamental. No os olvidéis nunca de los muy buenos ratos que hemos pasado todos juntos, de lo bien que nos hemos sentido, de como las horas se nos han pasado rápidas, de nuestra oración de acción de gracias con el rezo del Padre Nuestro, de vuestras pequeñas disputas que al final han quedado en nada con ese perdón que mutuamente os habéis pedido, y el "borrón y cuenta nueva" que es lo mismo que decir: parto de cero y me olvido de lo anterior. Pues bien, de esta frase quiero reflexionar con vosotros. Procurad en vuestras vidas de adultos llevarla a la practica siempre, no guardar nunca rencor, porque no nos sirve nada más que para hacernos sufrir y causarnos daño. En ocasiones no pedimos disculpas porque todos somos orgullosos y sufrimos innecesáriamente. La familia, como todo en la vida, hay que cuidarla, "alimentarla" de muestras de cariño, de apoyo, de disculpa, en definitiva: de amor. Si así lo hacéis, yo os aseguro que nunca os va a perjudicar, sino que os sentiréis bien con vosotros mismos y con los demás. A los abuelos en algunas ocasiones se les han producido situaciones de sufrimiento, pero gracias a Dios en esta etapa de nuestra vida, nos sentimos en paz y tranquilos, hemos procurado que no anide en nuestro corazón ningún tipo de resentimiento.

Siempre, por años que vayan transcurriendo, hay que procurar no perder la capacidad de seguir ilusionándose con las pequeñas cosas. Es verdad que en ocasiones preparad una fiesta de Reyes tan fantástica cuesta mucho esfuerzo y cansancio, son muchas las cartas que se tienen que enviar a los Reyes, pero al final merece la pena y compensa todo el trabajo llevado a cabo. En definitiva, todo cuesta trabajo, pero me parece que el gozo vivido supera con creces el esfuerzo previo. Os queremos cariños mios, y esperamos ya con ilusión la venida de los Reyes del año próximo.