domingo, 25 de marzo de 2012

A mi nieta Marta

Esta entrada es para ti, aun no has nacido y ya te queremos, mejor dicho, desde el momento de tu concepción has entrado en las entrañas de tus abuelos.

Hoy me apetece darte la bienvenida, dentro de muy pocos días, si Dios quiere, vas a salir de esa "casita" tan estupenda en la que has vivido tan tranquilita, tan abrigadita y tan bien alimentada durante estos primeros nueve meses de tu vida. Pero chiquitita, ya te va a tocar salir, no te puedes imaginar la de gente que estamos deseando verte, de tenerte con nosotros, de cuidarte, de mimarte, de cantarte, de arroparte, en definitiva de poder disfrutar entre nosotros de un ángel llamada Marta.

Cuando nazcas, no tengas miedo. Observarás asomándose a tu cuna muchas caras que todavía no conoces, pero en todas podrás ver que existe curiosidad por apreciar lo guapísima que eres. Ante todo, reconocerás cariño, acogida, ganas de tomarte, de besarte, de abrazarte.

A la primera que vas a ver es a tu mamá y a tu papá, ya veras que guapos son. Te advierto de algo muy importante: tienes tres hermanos; el mayor se llama Pablo, le gustan mucho los perros, sobre todo, el Pastor Alemán; el siguiente se llama Juan, a los dos les encanta jugar al fútbol en casa de los abuelos, sobre una preciosa alfombra roja, con los primos de Murcia, que se llaman Ignacio y Alvaro, la pelota que utilizan no te asustes que no hace ningún daño (bueno, me he desviado un poco de lo que te estaba contando); tienes una hermana que ya veras lo que te cuidará, además de jugar contigo mucho y se llama Ana. Por cierto, seguro que también va a colaborar mucho a estar pendiente de ti otra prima, Paula, que está impaciente por conocerte. No te quiero cansar más, eres muy pequeñaja para asimilar tanta información, ya nos iras conociendo a todos, y comprobarás lo bien que nos lo pasamos. ¡Hasta pronto¡, mientras tanto ya sabes, que todos los días rezamos para que todo vaya muy bien y poderte transmitir todo el amor que te profesamos.