domingo, 24 de marzo de 2013

La lupa y las tijeras


El titulo de esta entrada quizás os puede parecer extraño, pero voy a tratar de aclararos el mensaje que os quiero transmitir.
Mirad, ya os he comentado lo bueno que sería que todos aprendiéramos un poco a "tejer", pues infinitamente mejor es intentar utilizar la lupa cada día. Todos sabéis que es un instrumento muy bueno para encontrar algo pequeño y que sin ella puede pasar desapercibido. Esa es su utilidad práctica, pero yo lo que quiero y a la vez necesito expresaros es que durante toda vuestra vida nunca dejéis de buscar a Dios, hasta con lupa, si fuera necesario. En muchas ocasiones viviréis circunstancias en las que aparentemente Dios no aparece. Sabéis que la abuela jamás os ha mentido, yo os afirmo que nunca va a dejar de estar a vuestro lado; lo que nos ocurre a todos es que no "vemos" bien y por eso, aunque sea buscarlo con lupa, no tened pereza en hacerlo, porque lo encontraréis y os daréis cuenta que está mucho más cerca de lo que pudiéramos pensar.
En ocasiones, yo diría que siempre, tenemos la necesidad de utilizar otro utensilio: las tijeras. ¿Para qué?; sencillamente para poco a poco ir "cortando" todo aquello que nos impide acercarnos y ver a Dios. ¿Qué tenemos que "cortar"?; es muy fácil de adivinar: lo que en conciencia sabemos que no hacemos bien. Estos dos instrumentos, junto con el de "tejer", nos tienen que ser útiles a todos y procurad realizad las tres tareas asíduamente. Os aseguro que cuando así las realizamos nos sentimos muy "requetebien".
No tengo ni idea de cuando vais a leer estas entradas, y si estaré en este mundo o en el cielo, pero tened la seguridad que me salen desde lo mas profundo de mi corazón y que lo hago porque siento que os puede ayudar a encontrar la felicidad en este mundo.

domingo, 10 de marzo de 2013

Tejer


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Hace unos días tuve la suerte de asistir a un Retiro de Cuaresma en los Padres Carmelitas. Me sorprendió que en medio de la charla apareciese este anuncio de Coca Cola que me pareció hermoso.
El titulo de la entrada la he denominado "tejer" y voy a explicaros los dos sentidos que puede tener esa palabra, una expresión tan corta y a la vez tan importante como tratare de explicaros a continuación.
De niña mi madre me enseñó a tejer, es decir, a realizar labores de punto. Como eramos muchos hermanos la economía no era nada boyante, se pasaba muchas horas haciendo jerseys para todos sus hijos.  Los tejía escrupulosamente perfectos. Cuando le ayudaba en alguna ocasión cometía algún fallo, a veces recuerdo que aun estando el jersey casi terminado al percibir el error tiraba de la hebra de lana y me comentaba: "al principio has cometido una mentira (así lo llamaba cuando notaba que todos los puntos no eran iguales); prefiero deshacerlo y comenzar de nuevo". Ni os imagináis la rabia que me daba, siempre trataba de convencerla con argumentos muy simples. Todo se basaba en la pereza que me producía empezar de nuevo. Este pequeño relato es para que conozcáis uno de los significados de la palabra tejer.
Ahora me quiero centrar en ese estupendo anuncio de Coca Cola del que emana un nuevo mensaje de la palabra tejer, pero no como lo hacia vuestra bisabuela, sino de una forma muchísimo mejor.
Al hacer clik en la imagen habréis comprobado una escena familiar en la que se inicia un dialogo entre un padre y una madre a través de su hijo. Podéis observar como las palabras van subiendo de tono y en consecuencia el enfado entre ambos. ¿Pero en qué momento cambia la situación?, sencíllamente cuando el hijo a través de sus palabras llenas de amor teje para mejorar la relación de sus padres y cambiarla a mejor. Hoy os quisiera transmitir este precioso mensaje, pero no para verlo y pensar "me ha gustado", sino para que a lo largo de vuestra vida en montones de situaciones que podáis vivir, yo me atrevería decir que se nos presentan casi a diario, intentéis siempre tejer para suavizar, para calmar, para no echar leña al fuego de la intolerancia, sino para generar algo tan estupendo como es la paz. Mirad, actualmente ya podéis todos llevarlo a la practica. ¿Cúando?, muy fácil, en las pequeñas rencillas que tenéis, quitándoles importancia, tratando de apaciguar. Os voy a confesar una cosa, al meditar un poco sobre este tema os tengo que contar que cada día intentamos los abuelos tejer, pero sin "mentiras", como cuando yo hacia punto con mi madre, con el corazón y la verdad.
Voy a terminar con una frase de San Juan de la Cruz: "donde no hay amor, pon amor y brotara el amor".