domingo, 22 de mayo de 2016

Primera comunión de Ana

Ana, ayer 21 de Mayo del 2016, tuvimos los abuelos la gran suerte de poder asistir a tu primera comunión. Llevabas unos días algo nerviosa y muy atareada. Han sido muchos los  preparativos para esta gran fecha, que será inolvidable en el tiempo.
Sin pasión de abuela, que también la tengo, decirte guapa se quedaría muy corto, mucho más que eso, ibas guapísima. Te voy a decir el secreto de por qué rezumabas por todos los poros de tu cuerpo tanta belleza. No sólo por el vestido, ni por el peinado, ni siquiera por tu cara preciosa, sino porque se te notaba las ganas de recibir en lo más intimo de tu ser a Jesús. Eras la viva imagen de la felicidad. Nunca olvides donde la puedes encontrar  a lo largo de toda tu vida.
Toda la ceremonia religiosa ha sido muy emotiva. La abuela como sabes que es un poco llorona, alguna lagrimilla se le ha escapado, pero de alegría y agradecimiento al Señor por haber podido asistir a la ceremonia. Hemos cantado  y disfrutado todo el tiempo como niños.
A continuación ya sabes, todos a compartir una jornada estupenda. Se ha notado como los papas lo han preparado todo con mucho cariño y han organizando hasta el más mínimo detalle. Cuando el principal ingrediente es el amor el éxito está asegurado.  He intentado seguirte con la mirada, pero misión imposible. Excepto en el tiempo de comer, has estado sin parar ni un instante. Por cierto, en toda la mesa que tu presidias la comida ha desaparecido rápidamente, y pienso que os ha influido además del apetito las ganas de hacer otras cosas. Es verdad que tenías que llevar a buen termino un montón de tareas de tu exclusividad: recoger regalos, llevar tu libro de recuerdos para que te pusiésemos alguna frase, jugar con tus amigas, amigos y primos,... Has sabido aprovechar muy bien cada instante de este hermoso e inolvidable día.
Te queremos cariño, somos unos abuelos plenos de agradecimiento y felicidad por todo lo que recibimos de nuestros ocho nietos, los más hermosos del mundo (no se nota que soy la abuela). Todo nuestro ser está desbordado de amor y formáis parte de nuestra vida. Gracias mil os doy.