sábado, 28 de enero de 2012

Para el jugador nº 8

Hace tiempo que me ronda por la cabeza el dedicarle una entrada exclusivamente a mi , mejor dicho, a nuestro jugador favorito de fútbol sala con el número ocho a la espalda. Todos sabéis que me estoy refiriendo a nuestro gran deportista Álvaro.


Desde muy pequeño, yo diría que desde siempre, te ha gustado jugar con la pelota que ha sido y es tu juguete favorito, muy por encima de cualquier otro juego. La verdad es que tienes una habilidades innatas de las que nadie podemos dudar. A la abuela siempre le gusta hablar del presente, normalmente no hago planes de futuro, y lo que yo palpo en esta etapa de tu vida es que eres feliz practicando este deporte, que lo vives a tope, que disfrutas, que sufres y gozas, que te divierte y además, consigues que estos abuelos y los otros de Murcia vivamos como si fuésemos jóvenes los partidos y entrenamientos en los que tenemos ocasión de estar presentes.


Me gustaría saber transmitirte todo lo que mi corazón siente, pero eso te lo aseguro, ni el mejor de los escritores podría hacerlo. Me conformo con que tengas por seguro que todo lo que los abuelos te aconsejamos es por tu bien, que disfrutamos cuando tu lo haces y estamos a tu lado si lo pasas mal, que tienes que saber valorar todo lo bueno que te rodea, no solo a nivel de familia, sino también la suerte que has tenido de encontrar un gran deportista que cada día se esfuerza y pone todo su empeño en formaros deportivamente y como personas, me refiero, como te imaginas, a tu entrenador Ricardo. Es posible, o no, que de mayor no sigas practicando tanto deporte, pero sea cual sea tu futuro, que todas las tareas que tengas que acometer las realices siempre con honestidad, dando de si todo lo que puedas, siendo buen compañero, responsable, en definitiva, siendo una buena persona que es el mayor y mejor de los trofeos y medallas que puedas obtener a lo largo de tu vida.


Antes de terminar, tengo la necesidad de nombrar a tus padres, y es para que siempre les estés agradecido y valores todo lo que están haciendo por ti (siempre deben de ser ejemplo para ti), no les importa dejar de tener sus espacios de descanso que por otra parte tan necesitados están, para acompañarte con todo el gusto del mundo cada semana. También tu hermano lo hace con todo el cariño y te apoya en todo momento y en todos los actos de tu vida, aunque en algunas ocasiones tu puedas creer lo contrario. Sabes que aquí tienes un buen grupo de fans que te admira y siempre anima a "nuestro número ocho".

domingo, 22 de enero de 2012

Traje de primera comunión



El título de esta entrada puede parecer extraño, pero os lo aclaro, se trata de relataros de forma sencilla una pequeña historia de ese traje, que recuerdo que con tanta ilusión adquirimos hace muchos años. Cuando hizo la primera comunión vuestro padre, Ignacio y Älvaro, nos gustaba que fuese un traje sencillo, sin ningún tipo de adornos. Elegimos el de marinero raso. Con ese mismo traje hizo su primera comunión tu padre, Paula y también vuestro padre, Pablo, Juan y Ana. No os podéis ni imaginar lo guapísimos que iban por "dentro" y por fuera; bueno, si lo podéis saber, igual de resplandecientes que Ignacio y Álvaro. Ignacio: cuando hiciste la primera comunión tu padre me preguntó por su traje y entonces tuve que confesarle un secreto; hacia veinte años que lo había regalado a una familia que tenía la misma ilusión con sus hijos que nosotros con los nuestros, pero que no podían permitirse el comprar un traje para el gran acontecimiento de sus primeras comuniones. La abuela sin consultarlo con nadie se lo regaló, y os tengo que ser sincera, me costó mucho desprenderme de él. Al cabo de tantos años, leyendo unos pensamientos de la Madre Teresa de Calcuta, me viene a la memoria un párrafo que dice textuálmente: "¿Alguna vez habéis experimentado el gozo de amar dando hasta que duela?"; yo os puedo asegurar que en este simple y pequeño acontecimiento vivido he sentido y sigo sintiendo ese dolor, es el dolor de desprenderte de algo que para ti representa mucho más que un traje, y que te duele en lo más profundo de tu ser, pero que se convierte en un acto muy hermoso. Es curioso como no he sentido ningún tipo de dolor cuando de común acuerdo los abuelos se han desprendido de una serie de cosas, y por el contrario la sensación ha sido y es de alivio y tranquilidad en los dos.


Posíblemente este relato os puede parecer una tontería, pero he querido compartirlo con vosotros porque son sentimientos que están en lo profundo de corazón de vuestros abuelos, que una vez más tenemos la necesidad de deciros que os queremos con locura y que si alguna vez experimentáis esta sensación sabed que no por doler no merece la pena el vivir la experiencia.

jueves, 12 de enero de 2012

La alfombra roja

Quizás al leer el título de esta nueva entrada la mente nos puede trasladar cuando en hechos muy puntuales y socialmente importantes vemos como se extiende una gran alfombra roja por donde desfilan personas famosas. Yo por supuesto que no voy a relatar ninguna crónica social, sino que os quiero comentar la importancia de nuestra gran Alfombra Roja.

Cuando vuestra madre, Ignacio y Álvaro, apareció con una gran alfombra roja hace ya más de dos años, no me podía ni imaginar del protagonismo que iba a tener en nuestras reuniones familiares. Desde el primer día, por méritos propios, se convirtió en la estrella del salón, no sólo estéticamente por el colorido que le dio a la entrada y su elegancia, sino por algo todavía mucho mas importante: ha sido y es el "juguete" favorito de todos vosotros. Cuando seáis mayores y recordéis estos años de convivencia con los abuelos, estoy segura que sacaréis este tema en las reuniones que mantengáis, porque la abuela (aquí no meto al abuelo) es un poco atípica y os deja disfrutar con todo tipo de juegos en ese espacio.

Si os pudiese preguntar en estos momentos que significa para vosotros una pelota de trapo; ¿con que la relacionáis?, seguro que aparece la alfombra roja. Es increible, o no tanto, que con la variedad y cantidad de juegos electrónicos y de todo tipo que cada uno de vosotros tiene, ninguno ha sido capaz de desplazar a un segundo lugar a nuestra alfombra y a esa pelota vieja de trapo que tan buenísimos ratos os ha hecho pasar. Además, ha sido y es testigo de vuestras disputas, de vuestros perdones, de vuestros llantos y de vuestras risas, de vuestro juegos de todo tipo, de vuestros encuentros, en definitiva nada más y nada menos que de una de las etapas mas hermosas de toda vuestra vida, la niñez. ¡Ah¡, se me olvidaba, también nos sirve para los grandes desfiles de modelos de nuestras dos princesitas, Paulay Ana, así como de sus actuaciones de cantos y bailes

Cada vez que la miro me gusta más, porque está mas bonita que el primer día, habéis colaborado a que se le elimine toda la pelusa, pero sobre todo y lo único que a mi me importa es que la habéis convertido en algo vivo y querido por todos, un lugar muy especial que no sólo sirve para decorar un espacio, sino que os hace y nos hace pasar unos ratos muy agradables e inolvidables. Como siempre os tengo que dar las gracias porque sois capaces de que hasta una simple alfombra se convierta en un objeto entrañable.

viernes, 6 de enero de 2012

Nuevo día de Reyes

Recuerdo que el año pasado ya hice una entrada en esta fecha, pero como es mi fiesta favorita de toda la vida hoy vuelvo a escribir sobre el mimo tema, porque cada una es distinta pero no por ello menos ilusionante que las anteriores. Los abuelos hemos disfrutado como niños viendo vuestras caras de alegría e ilusión, aunque no sólo la de los más pequeños, sino también la de los mayores. Estoy cada vez más convencida de que los pequeños momentos vividos en familia son los que te proporcionan mayor grado de paz y felicidad. No tengo mas remedio que daros a todos las gracias, y si en estos momentos los ojos se me llenan de lágrimas son de emoción, de agradecimiento a Dios que nos da muchísimo más de lo que nos merecemos. Cuantas personas existen que teniendo hijos, nietos, padres, se sienten absolutamente sólos y abandonados, y sin embargo nosotros somos unos auténticos privilegiados por teneros a vosotros y a vuestros padres.


Os quiero comentar algo que me parece muy importante, y que quizás cuando lo leáis de mayores ya no esté con vosotros físicamente, porque en espiritu estoy segura que siempre vamos a estar a vuestro lado. Mirad, os voy a dar un pequeño consejo que considero fundamental. No os olvidéis nunca de los muy buenos ratos que hemos pasado todos juntos, de lo bien que nos hemos sentido, de como las horas se nos han pasado rápidas, de nuestra oración de acción de gracias con el rezo del Padre Nuestro, de vuestras pequeñas disputas que al final han quedado en nada con ese perdón que mutuamente os habéis pedido, y el "borrón y cuenta nueva" que es lo mismo que decir: parto de cero y me olvido de lo anterior. Pues bien, de esta frase quiero reflexionar con vosotros. Procurad en vuestras vidas de adultos llevarla a la practica siempre, no guardar nunca rencor, porque no nos sirve nada más que para hacernos sufrir y causarnos daño. En ocasiones no pedimos disculpas porque todos somos orgullosos y sufrimos innecesáriamente. La familia, como todo en la vida, hay que cuidarla, "alimentarla" de muestras de cariño, de apoyo, de disculpa, en definitiva: de amor. Si así lo hacéis, yo os aseguro que nunca os va a perjudicar, sino que os sentiréis bien con vosotros mismos y con los demás. A los abuelos en algunas ocasiones se les han producido situaciones de sufrimiento, pero gracias a Dios en esta etapa de nuestra vida, nos sentimos en paz y tranquilos, hemos procurado que no anide en nuestro corazón ningún tipo de resentimiento.

Siempre, por años que vayan transcurriendo, hay que procurar no perder la capacidad de seguir ilusionándose con las pequeñas cosas. Es verdad que en ocasiones preparad una fiesta de Reyes tan fantástica cuesta mucho esfuerzo y cansancio, son muchas las cartas que se tienen que enviar a los Reyes, pero al final merece la pena y compensa todo el trabajo llevado a cabo. En definitiva, todo cuesta trabajo, pero me parece que el gozo vivido supera con creces el esfuerzo previo. Os queremos cariños mios, y esperamos ya con ilusión la venida de los Reyes del año próximo.