Seguramente el titulo de esta entrada os pueda parecer extraño, pero quiero que quede en el recuerdo porque es una palabra que a vuestros padres les resulta muy conocida, ya que vuestra abuela la usaba en multitud de ocasiones, aunque no exista en el diccionario como tal, la más parecida es duermevela. El significado es muy simple; quiere decir que cuando duermo me despierto con mucha facilidad: "estoy durmiendo y velando al mismo tiempo". Esta cualidad que tengo me ha traído a lo largo de mi vida muchas ventajas. Mirad, cuando vuestros padres eran pequeños siempre los oía, aun durmiendo en habitaciones separadas, si tosían, si la respiración era un poco agitada por la fiebre,... Ante cualquier anomalía o simplemente porque me llamaban para pedir agua, estaba dispuesta al instante. Después, al hacerse mayores, cuando llegaban un poco tarde, en cuanto introducían la llave en la cerradura me despertaba. Por eso muchas veces les comentaba: no preocuparos por nada que yo duermo "adormivela".
Quiero aprovechar esta entrada para enseñaros otras frases habituales en nuestra familia, ya que estoy segura de que si no lo hago ahora nunca las habríais oído.
Voy a empezar por "vamos a levantarnos, vamos a echarle el pienso al Cordobés, ya se lo hemos echado, vamos a acostarnos otra vez".
Cuando era pequeña, como vosotros ahora, me gustaba mucho por las mañanas pasarme a la cama de mis padres y meterme entre los dos. Entonces, cuando ya nos teníamos que levantar, mi madre, me decía esas palabras y eso significaba que podía estar un poquito más con ellos, cosa que me hacia enorme ilusión. El "Cordobés" era un caballo que habían tenido mis abuelos.
"Fiera gurrupia" es otra expresión que se decía cuando alguno gastaba bromas o se ponía un poco "tostonero".
También cuando nos reuníamos a comer, como eramos muchos de familia, mi hermana Maravillas al terminar solía comentar: "cuerpo mio, has comido, has bebido, ahora quieres trabajar, todos los gustos no se te pueden dar". Está claro que lo que más pereza daba después de una reunión familiar es recoger y dejarlo todo ordenado.
Mi hermana Chon repetía con frecuencia: "quisiera que volaras y no vuelas", que es lo mismo que decir que tienes que saber salir adelante ante situaciones imprevistas, además de ser rápida en resolverlas.
Por último, me viene a la memoria otra un poco mas larga: "levántate Saturnino de los brazos de Constanza, y veras a Curro Choto todo lleno de alumbranza, si lo quieres apagar con un poco de abundancia, aparta a los peridánganos que los santos van de marcha".
El significado era que Saturnino era un perro, Constanza el sueño, Curro Choto el gato, alumbranza el fuego de la lumbre, abundancia el agua, peridanganos los chorizos y morcillas, santos los jamones.
Antiguamente, cuando se realizaban las matanzas en las casas (ya en una ocasión os hable de ellas), los embutidos se colocaban al lado de la lumbre de la chimenea para que se secasen. Por lo tanto, con esa frase se quería dar aviso que alguien, además del gato, se estaba llevando los jamones.
Todo esto son recuerdos de mi infancia que en nada se parece a la vuestra; bueno en una cosa si, en que al igual que todos vosotros he tenido la fortuna de tener unos padres inigualables.
Quiero aprovechar esta entrada para enseñaros otras frases habituales en nuestra familia, ya que estoy segura de que si no lo hago ahora nunca las habríais oído.
Voy a empezar por "vamos a levantarnos, vamos a echarle el pienso al Cordobés, ya se lo hemos echado, vamos a acostarnos otra vez".
Cuando era pequeña, como vosotros ahora, me gustaba mucho por las mañanas pasarme a la cama de mis padres y meterme entre los dos. Entonces, cuando ya nos teníamos que levantar, mi madre, me decía esas palabras y eso significaba que podía estar un poquito más con ellos, cosa que me hacia enorme ilusión. El "Cordobés" era un caballo que habían tenido mis abuelos.
"Fiera gurrupia" es otra expresión que se decía cuando alguno gastaba bromas o se ponía un poco "tostonero".
También cuando nos reuníamos a comer, como eramos muchos de familia, mi hermana Maravillas al terminar solía comentar: "cuerpo mio, has comido, has bebido, ahora quieres trabajar, todos los gustos no se te pueden dar". Está claro que lo que más pereza daba después de una reunión familiar es recoger y dejarlo todo ordenado.
Mi hermana Chon repetía con frecuencia: "quisiera que volaras y no vuelas", que es lo mismo que decir que tienes que saber salir adelante ante situaciones imprevistas, además de ser rápida en resolverlas.
Por último, me viene a la memoria otra un poco mas larga: "levántate Saturnino de los brazos de Constanza, y veras a Curro Choto todo lleno de alumbranza, si lo quieres apagar con un poco de abundancia, aparta a los peridánganos que los santos van de marcha".
El significado era que Saturnino era un perro, Constanza el sueño, Curro Choto el gato, alumbranza el fuego de la lumbre, abundancia el agua, peridanganos los chorizos y morcillas, santos los jamones.
Antiguamente, cuando se realizaban las matanzas en las casas (ya en una ocasión os hable de ellas), los embutidos se colocaban al lado de la lumbre de la chimenea para que se secasen. Por lo tanto, con esa frase se quería dar aviso que alguien, además del gato, se estaba llevando los jamones.
Todo esto son recuerdos de mi infancia que en nada se parece a la vuestra; bueno en una cosa si, en que al igual que todos vosotros he tenido la fortuna de tener unos padres inigualables.
3 comentarios:
Esa frase que cuentas de "darle pienso al Cordobés", también me la decía la Abuela Juana, cuando nos despertábamos, porque yo tenía la suerte de dormir con ella cuando iba a su casa. No recuerdo haber dormido en cama mejor mullida ( el colchón era de lana), ni sábanas tan frescas y calientes a la vez, porque eran de algodón blanco, frescas en verano, y si era invierno nos las calentaban con unos "calentadores"(creo que tenían nombre propio pero no me acuerdo) que eran como unas enormes cazuelas de latón (¿o de cobre?), donde se metían "ascuas de la lumbre"( brasas de la chimenea), y la pasaban por las sábanas, que estaban calentitas como recién planchadas. Recuerdo también, y creo que ya lo puse en un comentario, que la Abuela Juana, me enseñaba desde bien pequeña a rezar con ella antes de levantarnos, una oración preciosa:"Bendita sea la luz del día, y nuestro Dios que nos la envía, en el nombre de María, Dios te salve María". Os aseguro que era la mejor abuela del mundo, y desde un "agujerico" en el cielo, nos mira feliz, y nos quiere a todos y cada uno de sus descendientes.
Frases de las que recuerdo:
-"Tener traza", me lo decía la tita Chon muchas veces al hacer cosas en la cocina, había que hacerlas de una determinada manera, o "no tenías traza", por ejemplo, al quitar el resto de clara de un huevo había que hacerlo con el dedo gordo, no con el índice.
-"Eso no se le ocurre ni al que asó la manteca", frase también de la tita Chon, cuando metías la pata pero a fondo jeje...
-"¡Que se muera quien no te quiera!", eso era decirte que te quería muchísimo.
Besos,Q.
Me he acordado de más:
-Cuando de pequeña iba a lavarme las manos, me entretenía mirándome al espejo y la Tita Maravillas me decía "Lucrecita Lucrecita"...Nunca me explicó qué significaba, creo que tal vez ese nombre era de la protagonista de algún cuento que como yo entonces era bastante presumida.
-Hay otra, que dudo si es de mi otra Abuela, pero vaya, la cuento igual: cuando se hacía un pastel al horno, por ejemplo un bizcocho, decía "Crece masa, como Jesús creció en gracia, en el vientre de María, Dios te salve María", y se completaba la oración.
-Cuando de pequeña, no viviendo ya la Abuelita Juana, dormía en la casa de la carretera, jugábamos de una habitación a otra, ya acostados todos, con la tita Chon, a decir, o más bien a no hacerlo,jeje: "Tres peloticas pa Juan, tres peloticas pa Pedro, y tres peloticas para el que hable primero",( ¡peloticas de caca! jajajaja)y así nos hacía callar para que nos durmiéramos.
-Había otro cuento con el mismo fin: tú hablabas, lo que sea, y ella, la tita Chon te contestaba repitiendo lo mismo pero con una frase final, por ejemplo, yo decía "no quiero dormir" y ella contestaba "yo no digo que no quiero dormir, yo digo que si quieres que te cuente un cuento recuento que nunca se acabe" y así acababas aburrida y te dormías.
Más besos.Q.
Y otra: Es una frase de la Abuela Juana, ésta sí: "Madre mía,¡con tu mano y no con la mía!", creo que era también para hacer cosas en la cocina, pero puede aplicarse a cualquier cosa que hagamos, si la Virgen pone su parte seguro que sale bien.
Otra vez besos. Q.
Publicar un comentario