domingo, 22 de enero de 2017

Agradecimiento a María Jesús


En ésta ocasión os voy a relatar de forma muy breve un hecho que me ocurrió al ir al mercadillo esta semana. Fui a comprar chuches, ya sabéis para quien, y allí había una señora mayor, bueno a lo mejor más joven que vuestra abuela, pero que nada mas verme me dijo: "siempre que la veo me acuerdo de su hermana Maravillas". Le contesté si la recordaba por algo bueno o por lo contrario. Ella me contestó: "tengo muy buen recuerdo de ella, y además le estoy muy agradecida". Siguió relatándome que iba a la Escuela con una maestra (omito su nombre porque era una persona muy conocida), y que siempre le decía que nunca aprendería a leer ni a escribir, que no valía, que estaría en el pelotón de los torpes. Un día la tita Maravillas la llamó en el tiempo del recreo y le preguntó si estaba dispuesta a quedarse con ella ese rato de recreo para avanzar en el estudio. Su respuesta fue afirmativa, y en apenas dos meses, en ese tiempo tan escaso, supo leer y escribir. Para María Jesús es un hecho inolvidable en su vida. Me dijo también que le rezaba mucho y que siempre recibió afecto de su parte.
No terminó ahí el encuentro, porque antes de irse me dio otra alegría al decirme: "como me acuerdo también de su hermano Paco, que cuando tenía que consultarle algo, me trataba con mucho interés y siempre solucionaba mis problemas y me aclaraba las dudas". Os aseguro que sentí una emoción muy especial. Terminé la charla dándole un beso de agradecimiento.
No sé si la voy a volver a ver, quizás ni la reconozca, seguro que jamás va a tener la oportunidad de leer este relato, pero no me importa, lo hago como una reflexión personal. A veces esos pequeños detalles dejan huella en tu vida para siempre, y te das cuenta que el bien se puede realizar de muy distintas formas. Mi agradecimiento a esta desconocida, aunque para mi será a partir de ahora la entrañable María Jesús.

domingo, 8 de enero de 2017

Reyes 2017


No quiero que pase ni un día más sin comentar lo vivido en esta fecha tan especial de los Reyes Magos. Los preparativos como siempre de muchos nervios y dificultades. Me consta que para los pajes es agotador. Sois muchos y también son demasiadas cosas.
A estas alturas de mi vida no os descubro nada si os digo que es mi fiesta favorita, que ni yo me explico como a mis 76 años me sigue haciendo la ilusión  de cuando tenía por ejemplo la edad de Javier o Marta. Esto me hace pensar que la edad te va deteriorando lógicamente en lo físico, pero que en tu interior no existen años que puedan hacer envejecer tus sentimientos, las ilusiones que has cultivado toda una vida y las nuevas que puedes alimentar. Para mi es una fuerza muy importante el seguir con ganas de aprender, de ilusionarme con vuestras proyectos, de entregarme con todo mi ser a mis ocho nietos, que nos hacen vivir tantos momentos inolvidables.
De mi corazón solamente me sale la palabra "GRACIAS a todos". Nunca os las daré suficientemente.
Creo que los regalos, un año más, han sido todo un éxito. La bajada de la escalera hasta abrir la puerta con unos nervios terribles, el abrir paquetes, el ver como los Reyes siempre prueban el licor café de la abuela y los dulces, la ilusión en todos los rostros, desde el más pequeño hasta el abuelo, que con sus 80 años también los vive como un niño. Sigo pensando que todo el esfuerzo de los pajes se olvida al sentir lo vivido en ese día mágico, y que también se sienten recompensados.
Quizás no valoramos lo suficiente el privilegio que tenemos. Lo vivimos con naturalidad. Y ¿qué me decís del recorrido por las casas del tío Juan y la tita Carmen, del tío Juan Fran y tío Eladio?. Porque los regalos de Murcia ya sabéis que siempre los dejan en casa de los abuelos.
Y bueno, no me puedo olvidar, para que lo grabéis en vuestra memoria a lo largo de vuestra vida, del aplauso enorme que al final le damos a los Reyes, el Padre Nuestro de acción de gracias y el beso que nos damos todos. ¿Se puede pedir algo más?
Solamente dar GRACIAS A DIOS. 
Me olvidaba que celebramos en la comida los cumples de la tía Eva, Paula y Javier, y por supuesto con cantos incluidos. En definitiva una jornada inolvidable.