domingo, 25 de noviembre de 2012

Regalo de Burkina Faso

 

Hoy nos ha traído el cartero una agradable sorpresa: un gran sobre que contiene un precioso regalo. Al abrirlo nos hemos emocionado porque estamos seguros que nos ha sido enviado con todo el amor y cariño.
Os cuento la historia; todos vosotros tuvisteis la suerte de conocer al Padre Florent y vuestros padres también. Es una de esas personas que al igual que otras que nos hemos encontrado en la vida, hemos tenido la suerte de conocer. Se hace de querer al minuto de conocerle. El abuelo le ayudo un poquito para aprender nuestro idioma, aunque él conoce perfectamente el francés y con algunos otros se defiende. Desde el principio surgió una amistad sincera, y sin embargo no hemos tenido la oportunidad de permanecer demasiado tiempo juntos. Al terminar sus estudios de Teología en la Universidad de Comillas en Madrid regresó a su tierra que es Burkina Faso.  
¿Recuerdas  Ignacio que te invitó a ir cuando quisieras?; te aseguro que lo hizo de todo corazón.
Desde que se fue hemos mantenido contacto telefónico esporádicamente, pero sobre todo ha sido a través del correo electrónico por donde nos hemos comunicado con más frecuencia. Aproximadamente hace un mes nos dijo que sus padres nos querían enviar un regalo. Sus padres son agricultores, no viven cerca de él, los medios de comunicacion de su pais en nada se parecen a los nuestros, ni tampoco sus carreteras. Allí todo lo que hagas tiene mayor dificultad y no digamos su economía que es de las más pobres del mundo. Por todo ello, el regalo que hemos recibido lo apreciamos mucho más y lo vamos a tener en un lugar preferente de nuestro corazón, porque además no nos conocen, solo a través de su hijo y han sido capaces de tener ese detalle de amor con los abuelos.
Me gustaría destacar que aunque estamos a muchos kilometros de distancia (mirad en un mapa de Africa donde se encuentra Burkina Faso), sin embargo nuestra relación es muy cercana, porque  por la oración estamos unidos en las alegrias y en los sufrimientos. El P. Florent participa en nuestras vidas y ora por todos nosotros.
Un día más nos sentimos agradecidos a Dios por haber puesto en nuestro camino personas tan especiales.