sábado, 9 de mayo de 2020

Cruz de impedidos 2020

En un día tan especial para vuestra abuela como es el de la Cruz de impedidos, os quiero relatar como me he sentido después de casi toda una vida acompañando a la Cruz el 4 y 5 de mayo. Hace meses que le daba vueltas a la cabeza sobre como iba a poder realizar todo el recorrido con la Cruz que transcurre por todo el pueblo. Mi preocupación venía porque en los últimos tiempos he tenido algún dolor que me impedía poder caminar en trayectos cortos, y cuando pensaba en estos días tenía claro la gran dificultad que me iba a suponer. Aunque tengo que reconocer que unos días antes del confinamiento hice planes para poder cumplir con esa gran ilusión.
Y de repente todo queda paralizado por un virus invisible, y  mis proyectos desaparecen como el de tantos millones de personas. También los vuestros.
Quiero compartir con mis tesoros, que sois vosotros, como me siento. ¿Es un día de nostalgia?; sin duda. Pero si me conocéis un poco, de cualquier situación trato de ver el lado positivo, porque en general lo tiene. Lo primero ha sido recordar lo vivido el año pasado. De como lo disfruté tenéis constancia, porque ya hice una entrada en el blog. De esta manera, la tristeza la convierto de inmediato en agradecimiento, y os explico el por qué. Desde que vuestros padres eran muy pequeños, incluso cuando iban con silleta, se han venido conmigo durante muchos años y han participado ayudando en lo que podían, tocando la campana, que no creáis que es algo que no requiere esfuerzo, que los tres os podrán corroborar,  y las ampollas que se les hacían en las manos, o llevando un maletín donde van dando donativos en las casas que se visitan. Siempre dispuestos y contentos. A lo largo de todos estos años, vuestro padre, Ignacio  y Alvaro, cuando ha podido se ha escapado y me ha acompañado. El año pasado los dos días, y tu padre, Paula, el día cuatro. Me quedo con el hermoso recuerdo de haber disfrutado prácticamente toda una vida.
También quiero compartir con vosotros otro aspecto para mí muy importante. Mirad, desde que nacemos vamos abriendo etapas nuevas y dejando otras atrás. Eso todos lo entendéis, porque lo estáis viviendo ahora mismo. Pero existen momentos que tienes que decidir cuando cerramos fases. Por ejemplo, cuando la abuela se jubiló de la enseñanza, fui yo la que tomó la decisión de hacerlo antes de que me correspondiese. Y muchos más ejemplos se nos pueden presentar. Pues bien, en estos momentos de mi vida, no hago ningún tipo de planes para el futuro, vivo el día a día, y contenta. El próximo año, pues ya veré y si mi etapa de la Cruz de impedidos se terminó en el 2019, bendito sea Dios, porque fue un final apoteósico. No estoy segura si os he transmitido bien mis sentimientos, pero lo que es seguro es que os quiero con locura y que no existe ninguna definición en el diccionario que pueda expresar lo que significáis para esta abuela joven de ochenta años.

domingo, 3 de mayo de 2020

Cumpleaños abuela

Como todos sabéis, ayer vuestra abuela cumplió nada mas y nada menos que ochenta años. Os aseguro que esta edad impresiona un poco, pero no os tenéis que preocupar, puesto que aunque físicamente se note la edad, interiormente soy casi una adolescente; casi como Pablo, que también fue su cumple con sus hermosos dieciséis años.
Tenía la necesidad de hacer esta entrada por dos motivos: el primero de agradecimiento profundo a Dios y a cada uno de vosotros. Ni os imagináis la ilusión tan enorme y emoción que me llevé con vuestro regalo sorpresa. Desde la primera imagen del vídeo, las lágrimas me fluían como un manantial y también al abuelo. Miraba vuestras caras y la de los papás y reflejaban cariño a raudales. No he tenido en mi vida un regalo mejor. No existen palabras en el vocabulario que puedan expresar mis sentimientos.
El segundo motivo es también de agradecimiento, pero a vuestras madres. Brevemente os explico el por qué. ¿Sabéis por qué sentís tanto cariño hacia los abuelos? La respuesta es breve y sencilla: porque desde el primer día estáis mamando cariño hacia nosotros. Lo de mamar solamente lo pueden hacer las mamás. Por lo tanto, es por ellas por las que habéis aprendido a querernos. No puedo enumerar ahora la cantidad de detalles que he recibido cuando vosotros erais unos pequeñajos, y que vuestras mamás se han preocupado de que compartieseis momentos con los abuelos. Solamente voy a enumerar uno de Ignacio, por ser el mayor de los nietos y al que todos adoráis. En su primer cumple en el Cole, su madre tuvo la feliz idea de proponerme hacer unos royos para celebrarlo con sus compañeros de clase. Así los hicimos, y ella que es una artista, compró cintas de distintos colores y puso cinco royos atados con ellas. Bueno, pues cuando Ignacio salió del cole, su madre marcó el teléfono de los abuelos, puso al habla a Ignacio y textualmente me dijo lo siguiente: "abuela, dice mi señorita que tus royos han sido un éxito, que a todos les ha gustado mucho, menos a un niño que se llama Alvaro, pero me ha dicho que no me preocupe porque es un niño al que no le gusta nada". Para que entendáis lo que paso, pensad en quien marcó el teléfono, quien le dijo que nos llamara, en definitiva, quien tuvo el detalle conmigo, su madre. Pues podría enumerar de todos vosotros detalles iguales, gracias a vuestras madres. Desde entonces, esos royos se han quedado con el nombre de los royos de la abuela. 
Bueno, termino ya. Un millón y mas de besos de vuestros abuelos.