lunes, 13 de febrero de 2012

La cama de los abuelos


Puede pareceros que a vuestra abuela se le ha ido un poco la "chaveta" porque el título de esta entrada no parece tener mucha lógica; quizás llevéis razón, pero la realidad es que me apetece relataros lo que en muchas ocasiones ha supuesto esa cama para todos vosotros, que por cierto, perteneció a vuestros bisabuelos Paco y Juana, es decir, a mis padres.

Me viene a la memoria un recuerdo muy agradable, cuando vosotros, Ignacio y Alvaro, os dejaban vuestros padres algún día en nuestra casa. Siempre habéis sido "aves tempraneras ", y lo primero que hacíais era pasaros a la cama de los abuelos. Entonces la abuela os preguntaba, como si estuvieseis en el mejor de los hoteles: "¿qué desean los señores para el desayuno?"; seguidamente para mi vuestros deseos eran ordenes a cumplir de inmediato (esto que la abuela hacía que nadie se entere, pues os lo llevaba a la cama mientras veíais dibujos). El abuelo era el encargado de las tostadas, que las prepara como nadie. A vosotros os parecían riquísimas y a nosotros se nos caía y se nos sigue cayendo la "baba" sólo de recordarlo.

A lo largo de todos estos años esta cama ha sido y sigue siendo muy especial. Ninguno de vosotros puede decir que no haya pasado momentos muy agradables en ella. A todos os sigue gustando esa cama que se convierte con mucha frecuencia en el lugar ideal para jugar con vuestras maquinitas, Pablo, Juan y Álvaro, para ver dibujos con mis princesas, Paula y Ana, jugar a los bebes o a las hormiguitas con la abuela, o bien para que mi Ignacio pueda estar un poco tranquilo viendo sus dibujos favoritos, aunque eso de la tranquilidad le dure poco, porque siempre hay algún primo que lo reclama. En definitiva, podemos decir que es el lugar predilecto para muchas de vuestras múltiples actividades.

Quizás alguien que pueda leer esta entrada pueda preguntarse: ¿qué colcha tendrá esta abuela para poder resistir todos estos envites?. Por si acaso respondo a esa curiosidad: la mejor de este mundo, aquella que nunca se desgasta, la que siempre esta y permanece resplandeciente, la que no tiene en su tejido ningún tipo de impurezas, la que brilla como recién estrenada, la que cuando la miramos los abuelos, nos hace sentirnos dichosos. Supongo que con todas esta pistas tengáis ya muy claro de que material está confeccionada; la cama la cubren todos vuestros cuerpos angelicales, que no existe en el mercado nada ni nadie que lo pueda igualar,, y que no existe dinero en este mundo para poder pagar esta fantastica colcha de la cama de los abuelos.

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