domingo, 15 de julio de 2012

Ana y mi madre

En esta ocasión os voy a relatar una pequeña anécdota que hace unos pocos días ocurrió con nuestra querida nieta Ana. Sabéis que en la cama de los abuelos, que sigue siendo el lugar de reunión preferido de todos vosotros, tengo en verano una colcha muy "chula", y cuando llega la sesión de los dibujos animados la quitamos por precaución. Me estaba ayudando a recogerla, y de repente me pregunta: "abuela, ¿por qué pones esta colcha tan bonita y luego la quitamos?"; mi respuesta fue: "porque me la compró mi madre y no quiero que se estropee". Entonces me pregunta de nuevo: "¿ donde está tu madre?", a lo que respondí de forma rápida y segura : "en el cielo". En ese momento me mira fijamente, y, con esa mirada tan bonita que tiene, me vuelve a interrogar: "abuela, ¿tú te acuerdas de tu madre?" y en ese momento, sin poderlo evitar me emociono, se me llenan los ojos de lágrimas y casi sin poder hablar le digo: "cariño, todos los días de mi vida no he dejado de acordarme de ella y de todos los que ya tengo en el Cielo". Me vuelve a clavar su mirada y con sus ojos también con lágrimas me dice: "yo también me acuerdo de la Muchacha". Su hermano Juan que estaba presente añadió: "igual que yo".
Mi relato puede parecer una tonteria, pero a mi me conmovió en lo mas profundo, porque es cierto que raro es el día que no los recuerde, pero siempre con serenidad y la tranquilidad que dá el saber que todos estan gozando en el Cielo.
Como podéis comprobar es un relato muy sencillo, pero para mí no deja de ser hermoso y me gusta compartirlo con vosotros. A veces, en las cosas más sencillas pueden estar los momentos de nuestra vida que más paz y sosiego nos pueden proporcionar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ana apunta maneras...Besos. Q.