domingo, 19 de mayo de 2013

Bautismo de Ignacio en la cuesta del Castillo


Ignacio, con tus catorce años te has ido con tu padre y tus tíos a presenciar en vivo y en directo, en el mismo centro de la cuesta, la carrera de los Caballos del Vino. Ya el año pasado quisiste ir, pero tus padres, con buen criterio, lo dejaron aplazado para este 2.013. Has llegado agotado, pero contento. A pesar que antes de iros os habéis aprovisionado el estomago bastante bien, son muchas las horas en pie que hacen sentir la necesidad de volver a comer al regreso. Rápidamente te has recuperado con la ayuda inestimable de algo de comida y a continuación, con solamente diez minutos en la cama de los abuelos, te has quedado casi nuevo. Esa cama ya sabéis que es un poco mágica.
Quizás no te das cuenta de como paso a paso vas alcanzando pequeñas metas, que no son más que la consecuencia de que te vas haciendo mayor. De alto ya ves como a la abuela la has dejado muy atrás, como sigas creciendo a este ritmo para besarte me voy a tener que subir a una escalera.
Cuando os fuisteis me asome a la ventana para veros y me vinieron a la mente montones de pensamientos. Pensaba y os "veía" a todos vosotros, ya mayores y junto a vuestros padres, disfrutando de esta hermosa mañana del dos de Mayo. Como tantas veces os repito, si ponéis todos un poco de ganas y cariño, podréis perféctamente seguir con esta tradición durante toda vuestra vida. Es muy fácil conseguirlo y llevarlo a buen término. Los abuelos desde el Cielo estoy segura que disfrutaremos viéndolo. Tenéis que intentar cultivar pequeños gestos que os ayuden a estar cada vez más unidos. Cualquier acontecimiento os puede servir. En esta ocasión os he comentado lo de este hermoso día, pero son muchas más las oportunidades que estáis teniendo de vivir juntos; por lo tanto, con un poco de interés lo podréis hacer muy bien.
Cada dos de Mayo, sabéis que preparamos con ilusión todos los detalles para vivir una mañana especial. Para nosotros es un verdadero gozo compartir desde este lugar privilegiado la Misa de Aparición, la carrera impresionante de la cuesta de la Simona, los caballos enjaezados con sus mejores galas,... pero sobre todo sentir vuestra presencia.  Los abuelos días antes sabéis que preparan comida en abundancia, porque aunque siempre decís lo mismo, que somos exagerados, vuestros estómagos bien que lo agradecen. Me encanta veros antes de iros a la cuesta a presenciar la carrera, con que ganas e ilusión os preparáis para tener fuerza y aguantar las cinco o seis horas viendo esas estupendas carreras. Siempre comentáis que está todo buenísimo, yo me maravillo porque soy consciente de mis cualidades y sé de mis limitaciones en las artes culinarias. Sin embargo, la semana pasada en un concurso de televisión llamado Master Chez, uno de los cocineros le comentaba a los concursantes que cuando hiciesen cualquier plato lo elaboraran poniendo mucho amor. En ese momento descubrí porque os parezco buena cocinera, es totalmente cierto que lo que cocino para todos vosotros le pongo el mayor amor que puedo, de ahí el resultado de vuestras palabras de elogio.
Ignacio, quiero terminar haciéndote un pequeño encargo; cuando los abuelos no estemos nos gustaría que siguieseis viviendo este día con ilusión, con nada de tristeza, solamente pensar que los abuelos os han querido con locura, pero que siempre vamos a permanecer a vuestro lado, de otra forma, pero a vuestro lado. Vuestra madres si que son unas estupendas cocineras y seguro que si a vosotros os hace ilusión, no van a tener ninguna dificultad en realizar las tareas que lleva a cabo vuestra abuela en este día dos de mayo en Caravaca.



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