viernes, 6 de enero de 2012

Nuevo día de Reyes

Recuerdo que el año pasado ya hice una entrada en esta fecha, pero como es mi fiesta favorita de toda la vida hoy vuelvo a escribir sobre el mimo tema, porque cada una es distinta pero no por ello menos ilusionante que las anteriores. Los abuelos hemos disfrutado como niños viendo vuestras caras de alegría e ilusión, aunque no sólo la de los más pequeños, sino también la de los mayores. Estoy cada vez más convencida de que los pequeños momentos vividos en familia son los que te proporcionan mayor grado de paz y felicidad. No tengo mas remedio que daros a todos las gracias, y si en estos momentos los ojos se me llenan de lágrimas son de emoción, de agradecimiento a Dios que nos da muchísimo más de lo que nos merecemos. Cuantas personas existen que teniendo hijos, nietos, padres, se sienten absolutamente sólos y abandonados, y sin embargo nosotros somos unos auténticos privilegiados por teneros a vosotros y a vuestros padres.


Os quiero comentar algo que me parece muy importante, y que quizás cuando lo leáis de mayores ya no esté con vosotros físicamente, porque en espiritu estoy segura que siempre vamos a estar a vuestro lado. Mirad, os voy a dar un pequeño consejo que considero fundamental. No os olvidéis nunca de los muy buenos ratos que hemos pasado todos juntos, de lo bien que nos hemos sentido, de como las horas se nos han pasado rápidas, de nuestra oración de acción de gracias con el rezo del Padre Nuestro, de vuestras pequeñas disputas que al final han quedado en nada con ese perdón que mutuamente os habéis pedido, y el "borrón y cuenta nueva" que es lo mismo que decir: parto de cero y me olvido de lo anterior. Pues bien, de esta frase quiero reflexionar con vosotros. Procurad en vuestras vidas de adultos llevarla a la practica siempre, no guardar nunca rencor, porque no nos sirve nada más que para hacernos sufrir y causarnos daño. En ocasiones no pedimos disculpas porque todos somos orgullosos y sufrimos innecesáriamente. La familia, como todo en la vida, hay que cuidarla, "alimentarla" de muestras de cariño, de apoyo, de disculpa, en definitiva: de amor. Si así lo hacéis, yo os aseguro que nunca os va a perjudicar, sino que os sentiréis bien con vosotros mismos y con los demás. A los abuelos en algunas ocasiones se les han producido situaciones de sufrimiento, pero gracias a Dios en esta etapa de nuestra vida, nos sentimos en paz y tranquilos, hemos procurado que no anide en nuestro corazón ningún tipo de resentimiento.

Siempre, por años que vayan transcurriendo, hay que procurar no perder la capacidad de seguir ilusionándose con las pequeñas cosas. Es verdad que en ocasiones preparad una fiesta de Reyes tan fantástica cuesta mucho esfuerzo y cansancio, son muchas las cartas que se tienen que enviar a los Reyes, pero al final merece la pena y compensa todo el trabajo llevado a cabo. En definitiva, todo cuesta trabajo, pero me parece que el gozo vivido supera con creces el esfuerzo previo. Os queremos cariños mios, y esperamos ya con ilusión la venida de los Reyes del año próximo.

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